◄ 77:6
Documento 77
77:8 ►

Los Seres Intermedios

7. Los Seres Intermedios Rebeldes

77:7.1

La mayoría de los seres intermedios pecaron durante la rebelión de Lucifer. Al hacer una balance de la desolación de la rebelión planetaria, entre otras pérdidas, se descubrió que, de los 50.000 originales, 40.119 se habían unido a la secesión de Caligastia.

77:7.2

En un principio hubo 1.984 seres intermedios secundarios, y de éstos 873 no quisieron sumarse al régimen de Micael y fueron debidamente internados en relación con la adjudicación planetaria de Urantia el día de Pentecostés. Nadie puede predecir el futuro de estas criaturas caídas.

77:7.3

Ambos grupos de seres intermedios rebeldes están ahora detenidos aguardando la adjudicación final de los asuntos de la rebelión del sistema. Ellos, sin embargo, realizaron muchas rarezas en la tierra antes de iniciarse la dispensación planetaria presente.

77:7.4

Estos seres intermedios desleales, sobre todo los asociados de Beelzebú, el jefe de los seres intermedios apóstatas, podían dejarse ver a los ojos mortales bajo ciertas circunstancias. Pero no hay que confundir a estas criaturas singulares con los querubines y serafines rebeldes que también estaban en la tierra hasta el momento de la muerte y resurrección de Cristo. Algunos de los escritores más antiguas tuvieron a estos rebeldes seres intermedios por espíritus malignos y demonios, y a los serafines apóstatas, por ángeles malos.

77:7.5

En ningún mundo pueden los espíritus malignos tomar posesión de una mente mortal después de la vida de un Hijo autootorgador Paradisiaco. Pero antes de los días de Cristo Micael en Urantia—antes del advenimiento universal de los Ajustadores del Pensamiento y el derrame del espíritu del Maestro sobre toda carne– estos seres intermedios rebeldes de hecho pudieron influir sobre las mentes de ciertos mortales inferiores y controlar hasta cierto punto sus acciones. Esto se logró de forma muy similar a como funcionan los seres intermedios leales cuando se desempeñan de guardianes eficientes del contacto de las mentes del cuerpo reservista del destino de Urantia, en aquellos momentos en los que el Ajustador, en efecto, se separa de la personalidad durante una temporada de contacto con los seres inteligentes superhumanos.

77:7.6

No es mera figura retórica cuando los registros manifiestan: «Y le trajeron todos los que tenían dolencias, los afligidos por diversas enfermedades y tormentos, los endemoniados y lunáticos». Jesús sabía y reconocía la diferencia entre la demencia y la posesión demoníaca, aunque estos estados se confundían mucho en la mente de los que vivieron en su época y generación.

77:7.7

Incluso antes de Pentecostés, ningún espíritu rebelde pudo dominar una mente mortal, y desde aquel día hasta las mentes débiles de los mortales inferiores están libres de estas posibilidades. Desde el advenimiento del Espíritu de la Verdad, los presuntos conjuros de demonios han sido, más bien, cuestión de confundir la creencia en la posesión del demonio con la histeria, la locura y la imbecilidad. Pero no vayáis a imaginar que tal caso no fuese realidad en tiempos pasados, sólo porque el autootorgamiento de Micael ha liberado prennemente a todas las mentes humanas en Urantia de la posibilidad de ser poseídas por el demonio.

77:7.8

Presentemente el entero grupo de seres intermedios rebeldes está encarcelado por mandato de los Altísimos de Edentia. Ya no deambulan por este mundo propensos a hacer travesuras. Aparte de la presencia de los Ajustadores del Pensamiento, el derrame del Espíritu de la Verdad sobre toda la carne imposibilitó para siempre que los espíritus desleales de cualquier índole y aspecto invadieran nuevamente aun a las mentes humanas más endebles. Desde el día de Pentecostés jamás podrá volver a producirse tal suceso como el de ser poseído por un demonio.


◄ 77:6
 
77:8 ►