El hombre primitivo nunca titubeó en esclavizar a sus semejantes. La mujer fue la primera esclava, una esclava familiar. El hombre pastoral esclavizó a la mujer a manera de pareja sexual inferior. Este tipo de esclavitud sexual nació directamente del hecho de que el hombre dependiera menos de la mujer.
No hace mucho tiempo que la esclavitud fue la suerte de los prisioneros de guerra que se negaron a aceptar la religión del conquistador. Anteriormente los prisioneros o se comían, se mataban torturados, se ponían a luchar entre sí, se sacrificaban a los espíritus, o bien, se esclavizaban. La esclavitud fue un gran adelanto sobre la masacre y el canibalismo.
La esclavitud fue un paso hacia adelante en cuanto al trato misericordioso de los prisioneros de guerra. La emboscada a Hai, con la matanza al por mayor de hombres, mujeres y niños, en la cual se le perdonó la vida sólo al rey para complacerle la vanidad al conquistador, es un cuadro fidedigno de las salvajes matanzas que practicaron hasta los pueblos presuntamente más civilizados. El asalto a Og, el rey de Basán, fue igual de brutal y efectiva. Los hebreos «destruyeron por completo» a sus enemigos, apoderándose de toda su propiedad como botín. A todas las ciudades se les impusieron tributos so pena de la «destrucción de todo varón». Sin embargo, hace mucho tiempo habían comenzado a practicar la adopción de los cautivos superiores, por aquellas tribus contemporáneas, que tenían menos egoísmo tribal.
El cazador, así como el hombre rojo americano, a sus cautivos no los sometió a la esclavitud. Los adoptaba o los mataba. La esclavitud no predominó entre los pueblos pastorales, pues requirieron poca mano de obra. En la guerra los pastores solían practicar la eliminación de todos los cautivos varones y la toma de las mujeres y niños como esclavos. El código de Moisés contenía prescripciones específicas para la conversión de estas cautivas en esposas. De no ser satisfactorias, se podrían despedir, pero a los hebreos no se les permitió vender a estas consortes rechazadas como esclavas—lo cual constituyó un adelanto de la civilización. Aunque las normas sociales de los hebreos fueron toscas, sí fueron muy superiores a las de las tribus circundantes.
Los pastores fueron los primeros capitalistas; sus rebaños representaron el capital; vivieron de los intereses—los incrementos naturales. Fueron renuentes a encomendar la custodia de esta riqueza a los esclavos o a las mujeres. Pero después tomaron varones cautivos y los obligaron a cultivar el suelo. Éste es el origen de la servidumbre—el hombre amarrado a la tierra. A los africanos se les pudo enseñar fácilmente a labrar el suelo; por consiguiente llegaron a ser la gran raza esclava.
La esclavitud fue un eslabón indispensable en la cadena de la civilización humana. Fue el puente por el cual la sociedad pasó del caos y la indolencia al orden y las actividades civilizadas; obligó a los pueblos atrasados y perezosos a trabajar y así proporcionar la riqueza y tiempo libre para el progreso social de sus superiores.
La institución de la esclavitud obligó al hombre a inventar el mecanismo regulador de la sociedad primitiva; dio origen a los principios de gobierno. La esclavitud exige fuerte regulación pero durante el medioevo europeo, ésta desapareció debido a que los señores feudales no pudieron controlar a los esclavos. Las tribus atrasadas de los tiempos antiguos, tal como los australianos aborígenes actuales, nunca tuvieron esclavos.
Cierto es que la institución de la esclavitud fue opresiva, pero en las escuelas de opresión el hombre aprendió la industria. Ulteriormente los esclavos compartieron las ventajas de una sociedad superior que, de tan mala gana, ayudaron a crear. La esclavitud crea una organización del logro social y cultural pero no tarda en atacar insidiosamente a la sociedad por dentro como el más grave de todos los males sociales destructores.
La invención mecánica moderna volvió obsoleta a la esclavitud. La esclavitud, tal como la poligamia, se está desvaneciendo debido a que no compensa. Pero siempre ha resultado desastroso liberar repentinamente grandes cantidades de esclavos; sobreviene menos dificultades cuando se emancipan paulatinamente.
Hoy por hoy, los hombres no son esclavos sociales, pero miles de ellos permiten que la ambición los hagan esclavos de la deuda. La esclavitud involuntaria ha cedido el paso a una forma nueva y mejorada de servidumbre industrial modificada.
Aunque el ideal de la sociedad es la libertad universal, la ociosidad nunca ha de tolerarse. Toda persona capaz debe ser obligada a hacer, cuando menos, suficiente trabajo para sustentarse a sí misma.
La sociedad moderna ha echado marcha atrás. La esclavitud casi ha desaparecido; los animales domésticos se están yendo. La civilización se remonta al fuego—el mundo inorgánico– en pos del poder. El hombre ascendió del salvajismo por medio del fuego, los animales y la esclavitud; hoy aspira al pasado, descartando la ayuda de los esclavos y la asistencia de los animales, procurando arrebatar nuevos secretos y fuentes de riqueza y poder de la mina inagotable de la naturaleza.