EL HIJO Creador, cuando estaba en Urantia, habló de las «muchas moradas en el universo del Padre». En cierto sentido, los cincuenta y seis mundos que rodean a Jerusem están dedicados a la cultura transicional de los mortales ascendentes, pero los siete satélites del mundo número uno se conocen más específicamente como mundos de estancia.
El mundo de transición número uno mismo está exclusivamente dedicado a las actividades de los ascendentes, siendo la sede central del cuerpo de finalistas asignado a Satania. Este mundo ahora sirve como sede central para más de cien mil compañías de finalistas, y hay mil seres glorificados en cada uno de estos grupos.
Cuando un sistema se establece en luz y vida, y a medida que los mundos de estancia uno por uno cesan de servir como estaciones de capacitación de los mortales, los ocupa una población creciente de finalistas que se va congregando en estos sistemas más antiguos y más altamente perfeccionados.
Los siete mundos de estancia están a cargo de los supervisores morontiales y de los Melquisedek. Hay un gobernador interino en cada mundo, directamente responsable ante los gobernantes de Jerusem. Los conciliadores de Uversa mantienen una sede central en cada uno de los mundos de estancia, y el punto de reunión local de los Asesores Técnicos se encuentra adyacente. Los directores de reversión y los artesanos celestiales mantienen una sede central de grupo en cada uno de estos mundos. Los espironga actúan desde el mundo de estancia número dos en adelante, mientras que los siete, en común con otros planetas de cultura transicional y el mundo sede central, están abundantemente provistos de espornagia de creación estándar.