Las transmisiones del superuniverso y del Paraíso-Havona se reciben en Jerusem en enlace con Salvington y mediante una técnica que comprende el cristal polar, el mar de cristal. Además de las disposiciones para la recepción de estas comunicaciones extra-Nebadon, existen tres grupos diversos de estaciones receptoras. Estos grupos de estaciones, separados pero tricirculares, están ajustados para la recepción de transmisiones desde los mundos locales, desde las sedes centrales de la constelación, y desde la capital del universo local. Todas estas transmisiones se exhiben automáticamente para que sean discernibles para todos los tipos de seres presentes en el anfiteatro de tansmisión central; de todas las preocupaciones para con el mortal ascendente en Jerusem, ninguna es más fascinante ni absorbente que la de escuchar una corriente sin fin de informes espaciales universales.
Esta estación receptora de las transmisiones de Jerusem está rodeada por un enorme anfiteatro, construido de materiales centelleantes mayormente desconocidos en Urantia, y con capacidad para sentar a cinco mil millones de seres—materiales y morontiales– además de dar cabida a innumerables personalidades espirituales. Es la diversión favorita de todo Jerusem pasar su tiempo libre en la estación emisora, para saber allí del bienestar y estado del universo. Ésta es la única actividad planetaria que no disminuye durante el período de receso de la luz.
En este anfiteatro receptor de las transmisiones entran continuamente mensajes de Salvington. Cerca de éste, la palabra edentiana de los Padres Altísimos de la Constelación es recibida por lo menos una vez por día. Periódicamente las emisiones regulares y especiales de Uversa se transmiten a través de Salvington, y cuando se reciben mensajes del Paraíso, la entera población se congrega alrededor del mar de cristal, y los amigos de Uversa agregan el fenómeno de la reflexividad a la técnica de la transmisión desde el Paraíso, para que todo lo que se escucha se torne visible. Es de esta manera que se otorga a los sobrevivientes mortales anticipaciones continuas de la belleza y magnitud en avance a medida que viajan hacia adentro en la aventura eterna.
La estación emisora de Jerusem está ubicada en el polo opuesto de la esfera. Todas las transmisiones a los mundos individuales son retransmitidas desde las capitales de sistema, excepto los mensajes de Micael, que a veces llegan directamente a su destino por el circuito de los arcángeles.