La evolución de los mecanismos implica e indica la presencia y dominación ocultas de la mente creadora. La habilidad del intelecto mortal para concebir, diseñar y crear mecanismos automáticos demuestra las cualidades superiores, creadoras y concertadas de la mente del hombre como influencia dominante en el planeta. La mente siempre anhela:
1. La creación de mecanismos materiales.
2. El descubrimiento de misterios ocultos.
3. La exploración de situaciones remotas.
4. La formulación de sistemas mentales.
5. El logro de objetivos de sabiduría.
6. El logro de niveles espirituales.
7. El cumplimiento de los destinos divinos: supremo, último y absoluto.
La mente es siempre creadora. La dote mental de un individuo, o sea un animal, un mortal, un morontiano, un quien asciende en espíritu, o un que ya ha alcanzado la finalidad, es siempre competente para producir un cuerpo adaptable y servible para la identidad de criatura viviente. Pero el fenómeno de presencia de una personalidad o el modelo original de una identidad, como tal, no es una manifestación de la energía, ni física, ni mental ni espiritual. La forma de la personalidad es el aspecto de modelo original de un ser viviente; connota el ordenamiento directo de energías, y esto más la vida y el movimiento, es el mecanismo de la existencia de la criatura.
Aun los seres espirituales tienen formas, y estas formas espirituales (modelos) son reales. Aun los tipos más elevados de personalidades espirituales tienen formas—presencias de personalidad en todo sentido análogas a los cuerpos mortales de Urantia. Casi todos los seres que se encuentran en los siete superuniversos poseen formas. Pero existen unas pocas excepciones a esta regla general: los Ajustadores del Pensamiento parecen no tener forma hasta después de la fusión con las almas sobrevivientes de sus asociados mortales. Los Mensajeros Solitarios, los Espíritus Inspirados Trinitarios, los Auxiliares Personales del Espíritu Infinito, los Mensajeros de Gravedad, los Registradores Transcendentales, y algunos otros tampoco tienen una forma descubrible. Pero éstos son típicos de los pocos seres excepcionales; la gran mayoría posee auténticas formas de personalidad, formas que son individualmente características, y que son reconocibles y personalmente distinguibles.
El enlace de la mente cósmica y el ministerio de los espíritus ayudantes de la mente evoluciona un tabernáculo físico adaptable para el ser humano en evolución. Del mismo modo, la mente morontial individualiza una forma morontial para todos los sobrevivientes mortales. Así como el cuerpo mortal es personal y característico para cada ser humano, del mismo modo la forma morontial será altamente individual y adecuadamente característica de la mente creadora que lo domina. No existen dos formas morontiales más idénticas entre sí que dos cuerpos humanos. Los Supervisores de la Fuerza Morontial patrocinan, y los serafines asistentes proveen, el material morontial no diferenciado a partir del cual puede comenzar a funcionar la vida morontial. Y después de la vida morontial se encontrarán formas espirituales que son igualmente diversas, personales y características de sus respectivos residentes espíritumentales.
En un mundo material pensáis que el cuerpo tiene espíritu, pero nosotros consideramos que el espíritu tiene cuerpo. Los ojos materiales son verdaderamente las ventanas del alma nacida del espíritu. El espíritu es el arquitecto, la mente es el constructor, el cuerpo es el edificio material.
Las energías físicas, espirituales y mentales, como tales y en sus estados puros, no interaccionan plenamente como actuales de los universos fenomenales. En el Paraíso las tres energías son iguales, en Havona están coordinadas, mientras que en los niveles universales de actividades finitas se han de encontrar todas las gamas de dominancia material, mental y espiritual. En situaciones no personales espacio-temporales, la energía física parece predominar, pero también parece que cuanto más la función de la mente de espíritu se acerca a la divinidad de propósito y a la suprema-cía de acción, más se vuelve dominante la fase de espíritu; y en el último nivel la mente de espíritu puede ser casi completamente dominante. En el nivel absoluto, indudablemente el espíritu es dominante. Y de ahí en adelante a través de los reinos del tiempo y del espacio, siempre y cuando esté presente una realidad divina de espíritu, siempre y cuando esté funcionando una verdadera mente espíritu, existirá siempre una tendencia a producir una contraparte material o física de esa realidad espiritual.
El espíritu es la realidad creadora; la contraparte física es el reflejo espacio-temporal de la realidad espiritual, la repercusión física de la acción creadora de la mente espíritu.
La mente domina universalmente a la materia, así como a su vez responde al supercontrol último del espíritu. Y en el hombre mortal, sólo la mente que se somete libremente a la dirección del espíritu puede esperar sobrevivir la existencia mortal espacio-temporal como hijo inmortal del mundo espiritual eterno del Supremo, el Último y el Absoluto: el Infinito.
[Presentado a solicitud de Gabriel por un Mensajero Poderoso asignado a Nebadon.]
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