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La Energía—La Mente y la Materia

11. Los Mecanismos del Universo

42:11.1

En la evaluación y reconocimiento de la mente debe recordarse que el universo no es ni mecánico ni mágico; es una creación de la mente y un mecanismo de la ley. Pero aunque en las aplicaciones prácticas las leyes de la naturaleza operan en lo que parece ser un reino dual de lo físico y lo espiritual, en la realidad son uno. La Primera Fuente y Centro es la causa primaria de toda materialización y al mismo tiempo el Padre primero y final de todos los espíritus. El Padre Paradisiaco aparece personalmente en los universos fuera de Havona sólo como energía pura y espíritu puro—como Ajustadores del Pensamiento y otras fragmentaciones similares.

42:11.2

Los mecanismos no dominan absolutamente la creación local; el universo de los universos in toto está planificado por la mente, hecho por la mente, y administrado por la mente. Pero el mecanismo divino del universo de los universos es demasiado perfecto para que los métodos científicos de la mente finita del hombre puedan discernir, aunque fuera una huella del dominio de la mente infinita. Esta mente creadora, controladora y sostenedora, no es ni mente material ni mente de criatura; es mente de espíritu, que funciona en, y a partir de, los niveles creadores que pertenecen a la realidad divina.

42:11.3

La habilidad de discernir y descubrir la mente en los mecanismos universales depende enteramente de la habilidad, alcance y capacidad de la mente investigadora ocupada en dicha tarea de observación. Las mentes espacio-temporales, organizadas a partir de las energías del tiempo y el espacio, están sujetas a los mecanismos del tiempo y el espacio.

42:11.4

El movimiento y la gravitación universal son facetas gemelas del mecanismo impersonal espacio-temporal del universo de los universos. Los niveles de respuesta a la gravedad para el espíritu, la mente y la materia son totalmente independientes del tiempo, pero tan sólo los niveles verdaderamente espirituales de la realidad son independientes del espacio (no espaciales). Los niveles mentales más elevados del universo—los niveles de la mente espíritu– también pueden ser no espaciales, pero los niveles de la mente material, tal como la mente humana, responden a las interacciones de la gravitación universal, y pierden esta respuesta tan sólo en proporción a la identificación con el espíritu. Los niveles de realidad espiritual se reconocen por su contenido espiritual, y la espiritualidad en tiempo y espacio se mide inversamente a la respuesta a la gravedad lineal.

42:11.5

La respuesta a la gravedad lineal es una medida cuantitativa de la energía no espiritual. Toda masa—energía organizada– está sujeta a esta atracción según el movimiento y la acción mental actúan sobre ella. La gravedad lineal es la fuerza cohesiva de corto alcance del macrocosmos, en cierto modo como las fuerzas de la cohesión intraatómica son las fuerzas de corto alcance del microcosmos. La energía física materializada, organizada en forma de la así llamada materia, no puede atravesar el espacio sin afectar la respuesta a la gravedad lineal. Aunque tal respuesta a la gravedad es directamente proporcional a la masa, está tan modificada por el espacio intermedio que el resultado final no es más que burdamente aproximado cuando se lo expresa inversamente de acuerdo al cuadrado de la distancia. El espacio finalmente conquista la gravitación lineal debido a la presencia en él de las influencias antigravitacionales de numerosas fuerzas supermateriales que operan para neutralizar la acción de la gravedad y toda respuesta a la misma.

42:11.6

Los mecanismos cósmicos extremadamente complejos y que aparecen en forma altamente automática siempre tienden a ocultar de todas y cada una de las inteligencias muy por debajo de los niveles universales de la naturaleza y de la capacidad del mecanismo mismo, la presencia de la mente originadora o creadora residente. Por lo tanto es inevitable que los mecanismos más elevados del universo deban aparecer como sin mente a las órdenes inferiores de las criaturas. La única excepción posible a esta conclusión sería la suposición de la presencia de la mente en el asombroso fenómeno de un universo que aparentemente se mantiene a sí mismo—pero ése es asunto de filosofía más bien que de experiencia real.

42:11.7

Puesto que la mente coordina el universo, no existe fijeza de los mecanismos. El fenómeno de la evolución progresiva asociado con el automantenimiento cósmico es universal. La capacidad evolucionaria del universo es inagotable en la infinitud de espontaneidad. El progreso hacia una unidad armoniosa, una síntesis experiencial en crecimiento superpuesta a una complejidad cada vez mayor de relaciones, tan sólo es posible gracias a la presencia de una mente dominadora y llena de propósito.

42:11.8

Cuanto más elevada sea la mente universal asociada con un fenómeno universal, más difícil será para los tipos más bajos de mente descubrirla. Puesto que la mente del mecanismo del universo es mente de espíritu creadora (aun la presencia de la mente en el Infinito), no puede ser descubierta ni discernida jamás por las mentes de nivel inferior del universo, mucho menos por la mente más baja de todas, la mente humana. La mente animal evolutiva, aunque naturalmente en pos de Dios, no es por sí misma inherentemente conocedora de Dios.


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