El giro sin fin de la realidad cósmica relativa desde la absolutez de la monota del Paraíso a la absolutez de la potencia espacial, sugiere ciertas evoluciones de relación en las realidades no espirituales de la Primera Fuente y Centro—aquellas realidades que están ocultas en la potencia espacial, reveladas en monota, y provisionalmente reveladas en los niveles cósmicos intermedios. Este ciclo eterno de energía, puesto que está encircuitado en el Padre de los universos, es absoluto y, siendo absoluto, no es expansible ni en hecho ni en valor; sin embargo el Padre Primario está aún ahora—como siempre– realizando a sí mismo desde una arena, que se dilata constantemente, de significados espacio-temporales y de los que trascienden el tiempo y el espacio, de una arena de relaciones cambiantes en la cual la energía-materia está siendo sometida progresivamente al supercontrol del espíritu viviente y divino a través de la lucha experiencial de la mente personal y viviente.
Las energías universales no espirituales están reasociadas en los sistemas vivos de las mentes que no son las de los Creadores, en varios niveles, algunos de los cuales pueden ser ilustrados como sigue:
1. Mentes de estado que precede la influencia de los espíritus ayudantes. Este nivel de la mente es no experiencial y en los mundos habitados lo ministran los Controladores Físicos Decanos. Ésta es la mente mecánica, el intelecto no enseñable de las formas más primitivas de la vida material, pero esta mente no enseñable funciona en muchos niveles aparte de el de la vida planetaria primitiva.
2. Mentes sujetas a la influencia de los espíritus ayudantes. Éste es el ministerio del Espíritu Materno de un universo local que funciona a través de sus siete espíritus ayudantes de la mente en el nivel capaz de aprender (no mecánico) de la mente material. En este nivel la mente material está experimentando: como intelecto subhumano (animal) en los primeros cinco ayudantes; como intelecto humano (moral) en los siete ayudantes; como intelecto superhumano (ser intermedio) en los últimos dos ayudantes.
3. Mentes morontiales en evolución—la conciencia en expansión de las personalidades evolutivas del universo local en las carreras ascendentes del universo local. Éste es el otorgamiento del Espíritu Materno del universo local, en enlace con el Hijo Creador. Este nivel de mente connota la organización del tipo morontial de vehículo vital, una síntesis de lo material y lo espiritual que es efectuada por los Supervisores de la Fuerza Morontial de un universo local. La mente morontial funciona diferencialmente en respuesta a los 570 niveles de vida morontial, revelando una capacidad asociativa con la mente cósmica cada vez mayor en los niveles más altos de logro. Éste es el curso evolucionario de las criaturas mortales, pero un Hijo del Universo y un Espíritu del Universo donan también la mente de orden no morontial a los hijos no morontiales de las creaciones locales.
4. La mente cósmica. Esta es la mente séptuple diversificada del espacio y el tiempo, cada fase de la cual es ministrada por cada uno de los Siete Espíritus Rectores de uno de los siete superuniversos. La mente cósmica comprende todos los niveles de la mente finita y se coordina experiencialmente con los niveles de la deidad evolucionaria de la Mente Suprema y trascendentalmente con los niveles existenciales de la mente absoluta—los circuitos directos del Actor Conjunto.
En el Paraíso, la mente es absoluta; en Havona, es absonita; en Orvonton, es finita. La mente siempre connota la presencia-actividad del ministerio viviente además de variados sistemas de energía, y esto es verdad en todos los niveles y en todos los tipos de mente. Pero más allá de la mente cósmica se vuelve cada vez más difícil describir las relaciones de la mente con la energía no espiritual. La mente havonera es subabsoluta pero superevolucionaria; siendo existencial-experiencial, está más cerca de lo absonito que de cualquier concepto revelado a vosotros. La mente paradisiaca está más allá de la comprensión humana; es existencial, no espacial, y no temporal. Sin embargo, todos estos niveles de mente están bajo la égida de la presencia universal del Actor Conjunto—la atracción de la gravedad mental del Dios de la mente en el Paraíso.