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Los Autootorgamientos de Cristo Micael

2. El Segundo Autootorgamiento

119:2.1

Durante casi ciento cincuenta millones de años después del autootorgamiento Melquisedek de Micael, todo anduvo bien en el universo de Nebadon, hasta que comenzaron a producirse ciertos problemas en el sistema 11 de la constelación 37. Estos problemas comprendían un mal entendido por parte de un Hijo Lanonandek, un Soberano del Sistema, que había sido juzgado por los Padres de la Constelación y su fallo aprobado por el Fiel de los Días, el consejero del Paraíso para esa constelación; pero el Soberano del Sistema que protestaba no estaba plenamente reconciliado con el veredicto. Después de más de cien años de insatisfacción, condujo a sus asociados a una de las rebeliones más vastas y desastrosas contra la soberanía del Hijo Creador jamás instigada en el universo de Nebadon, una rebelión que desde hace mucho tiempo los Ancianos de los Días en Uversa, adjudicaron y terminaron.

119:2.2

Este Soberano del Sistema rebelde, Lutentia, reinó supremo en su planeta sede central por más de veinte años de tiempo nebadónico estándar; en ese momento, los Altísimos, con aprobación de Uversa, ordenaron su segregación y solicitaron a los gobernantes de Salvington que designaran a un nuevo Soberano del Sistema para que asumiese la dirección de ese sistema de mundos habitados confuso y destrozado por las luchas.

119:2.3

Simultáneamente con la recepción de esta solicitud en Salvington, Micael inició la segunda de esas extraordinarias proclamaciones de intención de ausentarse de la sede central del universo con el fin de «hacer el mandato de mi Padre del Paraíso», prometiendo «retornar al tiempo adecuado» y concentrando toda autoridad en las manos de su hermano del Paraíso, Emanuel, el Unión de los Días.

119:2.4

Luego, mediante la misma técnica observada al tiempo de su partida en relación con el autootorgamiento Melquisedek, Micael nuevamente se despidió de su esfera sede central. Tres días después de esta partida inexplicada apareció entre el cuerpo de reserva de los Hijos primarios Lanonandek de Nebadon, un nuevo miembro desconocido. Este nuevo Hijo apareció al mediodía, sin anuncio previo y acompañado por un solo terciafín que llevaba credenciales de los Ancianos de los Días de Uversa, certificadas por Emanuel de Salvington, ordenando que este nuevo Hijo fuera asignado al sistema 11 de la constelación 37 como sucesor del depuesto Lutentia y con plena autoridad como Soberano del Sistema interino hasta el nombramiento de un nuevo soberano.

119:2.5

Por más de diecisiete años de tiempo del universo este extraño y desconocido gobernante provisional administró los asuntos y adjudicó sabiamente las dificultades de este confuso y desmoralizado sistema local. Ningún Soberano del Sistema fue jamás amado más ardientemente, ni honrado y respetado más ampliamente. Con justicia y misericordia este nuevo gobernante calmó el turbulento sistema, ordenándolo mientras ministraba con gran cuidado a todos sus sujetos, aun ofreciendo a su predecesor rebelde el privilegio de compartir el trono de autoridad del sistema si tan sólo le pedía perdón a Emanuel por sus indiscreciones. Pero Lutentia despreció estos ofrecimientos misericordiosos, sabiendo bien que este nuevo y extraño Soberano del Sistema no era sino Micael, el gobernante mismo del universo a quien tan recientemente había desafiado. Pero millones de sus seguidores desviados e ilusos aceptaron el perdón de este nuevo gobernante, conocido en aquella edad como el Soberano Salvador del sistema de Palonia.

119:2.6

Luego llegó ese día pletórico en el cual llegó el Soberano del Sistema recién nombrado, designado por las autoridades universales como sucesor permanente del depuesto Lutentia, y toda Palonia lamentó la partida del más noble y más benigno gobernante del sistema que Nebadon había conocido jamás. Era amado por todo el sistema y adorado por sus semejantes de todos los grupos de los Hijos Lanonandek. Su partida no fue sin ceremonias; se organizó una gran celebración cuando partió de la sede central del sistema. Aun su predecesor errado envió este mensaje: «Justo y recto eres tú en todas tus acciones. Aunque sigo rechazando la regla del Paraíso, me veo obligado a confesar que tú eres un administrador justo y misericordioso».

119:2.7

Entonces este gobernante transitorio de un sistema rebelde, se despidió del planeta de su corta estadía administrativa, y al tercer día después de esto Micael apareció en Salvington y volvió a tomar la dirección del universo de Nebadon. Poco después siguió la tercera proclamación de Uversa sobre la jurisdicción en aumento de la soberanía y autoridad de Micael. Hizo la primera proclamación al tiempo de su llegada a Nebadon; la segunda la emitió poco después de que completara su autootorgamiento Melquisedek, y ahora la tercera sigue a la terminación de la segunda misión, o misión Lanonandek.


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