Cuando ocurre la muerte, sea ésta de naturaleza material, intelectual o espiritual, el Ajustador se despide de su anfitrión mortal y parte hacia Divinington. Desde las sedes centrales del universo local y los superuniversos se hace un contacto reflexivo con los supervisores de ambos gobiernos, y el Monitor se registra ausente por el mismo número que indicó su ingreso en los dominios del tiempo.
De alguna manera no plenamente comprendida, los Censores Universales son capaces de apoderarse de un epítome de la vida humana tal como se incorpora en la transcripción duplicada del Ajustador de los valores espirituales y significados morontiales de la mente en la que residió. Los Censores pueden apoderarse de la versión preparada por el Ajustador sobre el carácter de supervivencia del humano fallecido y sus cualidades espirituales, y todos estos datos, juntamente con los registros seráficos, están disponibles para ser presentados al tiempo de la adjudicación del individuo correspondiente. También se utiliza esta información para confirmar aquellos mandatos superuniversales que posibilitan que ciertos seres ascendentes comiencen inmediatamente su carrera morontial, en el momento de su disolución mortal, para proceder a los mundos de estancia antes de la terminación formal de una dispensación planetaria.
Después de la muerte física, excepto en los individuos trasladados de entre los vivientes, el Ajustador liberado va inmediatamente a su esfera hogareña de Divinington. Los detalles de lo que ocurre en ese mundo durante el tiempo en que se aguarda la reaparición misma del mortal sobreviviente dependen principalmente de si el ser humano asciende a los mundos de estancia por su propio derecho universal o aguarda un llamado dispensacional de los sobrevivientes durmientes de una edad planetaria.
Si el mortal asociado pertenece a un grupo que será personalizado al fin de una dispensación, el Ajustador no retornará inmediatamente al mundo de estancia del sistema previo de su servicio sino que, a su discreción, entrará en uno de los siguientes encargos temporales:
1. Se incorporará a las filas de los Monitores desaparecidos para un servicio no revelado.
2. Será asignado por un período a la observación del régimen del Paraíso.
3. Será incorporado en una de las muchas academias de capacitación de Divinington.
4. Será asignado por un período como estudiante observador en una de las otras seis esferas sagradas que constituyen el circuito del Padre de los mundos del Paraíso.
5. Será asignado al servicio de mensajería de los Ajustadores Personalizados.
6. Será nombrado instructor asociado en las escuelas de Divinington dedicadas a la capacitación de los Monitores pertenecientes al grupo virgen.
7. Se le encargará la selección de un grupo de mundos en los cuales posiblemente podría servir en el caso de que existan causas razonables para creer que el socio humano puede haber rechazado la supervivencia.
Si, al sobrecogerte la muerte, has alcanzado el tercer círculo o un reino más alto y por lo tanto se te ha asignado un guardián personal de destino, y si éste certifica incondicionalmente que la transcripción final del resumen del carácter de supervivencia presentado por el Ajustador y, si tanto el serafín como el Ajustador concuerdan esencialmente en cada artículo de sus registros y recomendaciones de vida, si los Censores Universales y sus asociados reflexivos en Uversa confirman estos datos y lo hacen sin reservas ni dudas, en tal caso los Ancianos de los Días envían el mandato de posición avanzada por los circuitos de comunicación a Salvington, y, con este mandato, los tribunales del Soberano de Nebadon decretarán el pasaje inmediato del alma sobreviviente a las salas de resurrección de los mundos de estancia.
Si el individuo humano sobrevive sin atraso, el Ajustador, así se me ha dicho, se registra en Divinington, procede a la presencia Paradisiaca del Padre Universal, vuelve inmediatamente y es abrazado por Ajustadores Personalizados del superuniverso y del universo local de asignación, recibe el reconocimiento del jefe de los Monitores Personalizados de Divinington y luego, inmediatamente, pasa a la «realización de la transición de la identidad», siendo convocado desde allí en el tercer período y habiéndose preparado en el mundo de estancia la forma real de personalidad para la recepción del alma sobreviviente del mortal terrestre tal como el guardián del destino la ha proyectado.