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La Sobrevivencia de la Personalidad

3. El Fenómeno de la Muerte

112:3.1

Los urantianos generalmente reconocen un solo tipo de muerte, la cesación física de las energías vitales; pero en cuanto a la supervivencia de la personalidad existen en realidad tres tipos de muerte:

112:3.2

1. Muerte espiritual (muerte del alma). Si y cuando el hombre mortal rechaza finalmente la supervivencia; si ha sido pronunciado espiritualmente insolvente, morontialmente en bancarrota, en la opinión conjunta del Ajustador y del serafín sobreviviente, una vez que se haya registrado dicho consejo coordinado en Uversa, y después que los Censores y sus asociados reflectores han verificado estos hallazgos, los gobernantes de Orvonton ordenan la liberación inmediata del Monitor residente. Pero esta liberación del Ajustador de ninguna manera afecta los deberes del serafín personal o de grupo en cuanto a ese individuo abandonado por el Ajustador. Este tipo de muerte es final en su significación a pesar de la continuación temporal de las energías vivientes de los mecanismos físicos y mentales. Desde el punto de vista cósmico, este mortal ya está muerto; la vida que continúa indica meramente la persistencia del impulso material de las energías cósmicas.

112:3.3

2. Muerte intelectual (muerte de la mente). Cuando los circuitos vitales del ministerio ayudante más elevado se interrumpen por las aberraciones del intelecto o por la destrucción parcial del mecanismo del cerebro, y si estas condiciones pasan a cierto punto crítico de irreparabilidad, se libera inmediatamente el Ajustador residente para partir hacia Divinington. En los registros universales una personalidad mortal se considera muerta cuando los circuitos esenciales de la mente de la acción volitiva humana han sido destruidos. Nuevamente, ésta es la muerte, a pesar de la función continuada de los mecanismos vivientes del cuerpo físico. El cuerpo menos la mente volitiva ya no es humano, pero de acuerdo con la selección previa de la voluntad humana, el alma de dicho individuo puede sobrevivir.

112:3.4

3. Muerte física (muerte del cuerpo y de la mente). Cuando la muerte sobrecoge a un ser humano, el Ajustador permanece en la citadela de la mente hasta que ésta cesa su función como mecanismo inteligente, más o menos en el momento en que las energías medibles del cerebro cesan sus pulsaciones rítmicas vitales. Después de esta disolución, el Ajustador se despide de esta mente evaneciente, sin ceremonia, tal como entrara en ella años atrás, y procede a Divinington vía Uversa.

112:3.5

Después de la muerte, el cuerpo material retorna al mundo elemental del cual se derivó, pero persisten dos factores no materiales de la personalidad sobreviviente: el Ajustador del Pensamiento preexistente, con la transcripción de la memoria de la carrera mortal, se dirige a Divinington; al mismo tiempo el alma morontial inmortal del humano fallecido permanece en la custodia del guardián del destino. Estas fases y formas del alma, estas fórmulas de identidad otrora cinéticas pero en este momento estáticas, son esenciales para la repersonalización en los mundos morontiales; y es la reunión del Ajustador con el alma la que vuelve a constituir la personalidad sobreviviente, la que te vuelve conciencia al tiempo del despertar morontial.

112:3.6

Para los que no tienen guardianes seráficos personales, los custodios de grupo efectúan fiel y eficientemente el mismo servicio de mantenimiento seguro de la identidad y resurrección de la personalidad. Los serafines son indispensables para volver a reunir la personalidad.

112:3.7

En el momento de la muerte el Ajustador del Pensamiento pierde temporalmente la personalidad, pero no la identidad; el sujeto humano pierde temporalmente la identidad, pero no la personalidad; en los mundos de estancia ambos se reúnen en manifestación eterna. Un Ajustador del Pensamiento que haya partido no vuelve jamás a la tierra como el ser en el cual residiera anteriormente; personalidad no se manifiesta jamás sin la voluntad humana; y un ser humano des-Ajustadorizado no manifiesta jamás, después de la muerte, una identidad activa ni establece comunicación alguna con los seres vivos de la tierra. Estas almas des-Ajustadorizadas están total y absolutamente inconscientes durante el sueño largo o corto de la muerte. No puede haber exhibición alguna de ningún tipo de personalidad ni habilidad de comunicación con otras personalidades hasta que se haya completado la supervivencia. Aquellos que van a los mundos de estancia no se les permite enviar mensajes a sus seres queridos. Es política de todos los universos prohibir dicha comunicación durante el período de una dispensación corriente.


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