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La Isla Eterna del Paraíso

3. El Paraíso Superior

11:3.1

En el Paraíso superior hay tres grandes esferas de actividad, la p resencia de la Deidad, la Esfera Santísima, y el Area Santa La vasta región que rodea inmediatamente la presencia de las Deidades se reserva como la Esfera Santísima para las funciones de adoración, trinidización y elevado logro espiritual. No hay estructuras materiales ni creaciones puramente intelectuales en esta zona; no podrían existir allí. Es inútil para mí intentar describir para la mente humana, la naturaleza divina y la esplendorosa magnitud de la Esfera santísima del Paraíso. Este dominio es completamente espiritual, y vosotros sois casi completamente materiales. Una realidad puramente espiritual es, para un ser puramente material, aparentemente inexistente.

11:3.2

Aunque no hayan materializaciones físicas en el área santísima, hay abundantes recuerdos de vuestros días materiales en los sectores de la Tierra Santa y los hay aún más en las áreas históricas reminiscentes del Paraíso periférico.

11:3.3

El Area Santa, la región exterior o residencial, está dividida en siete zonas concéntricas. Al Paraíso se le llama a veces «la Casa del Padre» puesto que es su morada eterna, y estas siete zonas se denominan frecuentemente «las mansiones paradisiacas del Padre». La zona interior o primera está ocupada por los ciudadanos del Paraíso y los nativos de Havona que a la sazón moran en el Paraíso. La zona siguiente, o segunda, es la zona residencial de los nativos de los siete superuniversos del tiempo y el espacio. Esta segunda zona está en parte subdividida en siete inmensas divisiones, el hogar en el Paraíso de los seres espirituales y las criaturas ascendentes que provienen de los universos de progresión evolutiva. Cada uno de estos sectores está exclusivamente dedicado al bienestar y progreso de las personalidades de un solo superuniverso, pero estas instalaciones trascienden de manera casi infinita los requisitos actuales de los siete superuniversos.

11:3.4

Cada uno de los siete sectores del Paraíso está subdividido en unidades residenciales adecuadas para albergar el centro de gobierno de mil millones de grupos glorificados de trabajo. Mil de estas unidades constituyen una división. Cien mil divisiones, una congregación. Diez millones de congregaciones constituyen una asamblea. Mil millones de asambleas componen una gran unidad. Y esta serie ascendente continúa a través de la segunda gran unidad, la tercera, y así sucesivamente hasta la séptima gran unidad. Siete de las grandes unidades componen las unidades rectoras, y siete unidades rectoras constituyen una unidad superior; y de este modo, en agrupaciones de siete, las series ascendentes se expanden a través de las unidades superiores, supersuperiores, celestiales y supercelestiales, hasta las unidades supremas. Pero incluso esto no llega a ocupar todo el espacio disponible. Este asombroso número de residencias en el Paraíso, un número que rebasa vuestra capacidad de concebirlo, ocupa mucho menos de un uno por ciento del área asignada de la Tierra Santa. Aún hay lugar de sobra para los que están en camino hacia adentro, e incluso para los que no comenzarán la ascensión al Paraíso sino hasta los tiempos del futuro eterno.


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