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La Expansión Andita en el Occidente

7. Los Anditas de las Islas Mediterráneas

80:7.1

Durante la declinación de la cultura de Mesopotamia persistió por cierto tiempo una civilización superior en las islas del este del Mediterráneo.

80:7.2

Alrededor del año 12.000 a. de J.C. una brillante tribu de anditas migró a Creta. Fue ésta la única isla colonizada tan tempranamente por un grupo superior, y pasaron casi dos mil años antes de que los descendientes de estos marineros se expandieran a las islas vecinas. Este grupo estaba constituido por los anditas de cabeza angosta, de estatura más pequeña que se habían casado con la división vanita de los noditas del norte. Todos ellos medían menos de un metro ochenta de altura y habían sido literalmente expulsados del continente por sus camaradas más altos e inferiores. Estos emigrantes a Creta eran muy hábiles en tejiduría, metalurgia, alfarería, plomería y el uso de la piedra como material de construcción. Usaban la escritura y eran pastores y agricultores.

80:7.3

Casi dos mil años después de la colonización de Creta un grupo de los descendientes de Adansón de estatura alta se abrió camino a través de las islas del norte hasta Grecia, llegando allí casi directamente desde su tierra de origen al norte de la Mesopotamia. Estos progenitores de los griegos fueron conducidos hacia el occidente por Sato, un descendiente directo de Adansón y Ratta.

80:7.4

El grupo que finalmente se estableció en Grecia consistió en trescientos setenta y cinco de los ejemplares seleccionados y superiores que comprendían el fin de la segunda civilización de los adansonitas. Estos hijos más recientes de Adansón llevaban las cepas por entonces valiosísimas de las razas blancas en cierne. Eran de alto nivel intelectual y, desde el punto de vista físico, los hombres más hermosos desde los tiempos del primer Edén.

80:7.5

Finalmente Grecia y la región de las islas egeas sucedió a Mesopotamia y Egipto como centro occidental del comercio, el arte y la cultura. Pero tal como ocurrió en Egipto, nuevamente casi todo el arte y la ciencia del mundo egeo se derivaba de la Mesopotamia excepto la cultura de los antepasados adansonitas de los griegos. Todo el arte y el genio de este pueblo que surgió más adelante es herencia directa de la posteridad de Adansón, el primer hijo de Adán y Eva, y de su extraordinaria segunda esposa, una hija descendiente directa del puro linaje nodita del Príncipe Caligastia. No es de extrañar que los griegos tuvieran tradiciones mitológicas que remontaban su origen directamente a los dioses y seres sobrehumanos.

80:7.6

La región egea pasó por cinco etapas culturales distintas, cada una menos espiritual que la precedente, y antes de mucho tiempo la última era gloriosa del arte pereció bajo el peso de los descendientes mediocres en rápida multiplicación de los esclavos de la zona del Danubio que habían sido importados por las generaciones más recientes de griegos.

80:7.7

Fue durante esta etapa en Creta que el culto de la madre de los descendientes de Caín llegó a su apogeo. Este culto glorificaba a Eva en la adoración de la «gran madre». Había imágenes de Eva por doquier. Miles de templos públicos fueron erigidos a lo largo y a lo ancho de Creta y Asia Menor. Y este culto de la madre persistió hasta los tiempos de Cristo, siendo más tarde incorporado en la primitiva religión cristiana bajo el aspecto de la glorificación y adoración de María, la madre terrestre de Jesús.

80:7.8

Alrededor de 6500 a. de J.C. había habido una gran decadencia en la herencia espiritual de los anditas. Los descendientes de Adán estaban muy dispersados y habían sido virtualmente absorbidos dentro de las razas humanas más antiguas y más numerosas. Y esta decadencia de la civilización andita, juntamente con la desaparición de sus normas religiosas, dejó a las razas espiritualmente empobrecidas del mundo en un estado deplorable.

80:7.9

Por el año 5000 a. de J.C. las tres cepas más puras de los descendientes de Adán estaban en Sumeria, el norte de Europa y Grecia. Toda la Mesopotamia se iba deteriorando lentamente por el caudal de razas mezcladas y más oscuras que se infiltraban desde Arabia. La llegada de estos pueblos inferiores contribuyó aún más a la dispersión del residuo biológico y cultural de los anditas. De todo el Creciente Fértil [la zona fértil en el Levante] los pueblos más aventureros se dispersaron hacia el occidente a las islas. Estos emigrantes cultivaban tanto el grano como los vegetales, y llevaron consigo animales domésticos.

80:7.10

Alrededor del 5000 a. de J.C. unas poderosas huestes de progresivos mesopotamios abandonaron el valle del Eufrates y se establecieron en la isla de Chipre. Esta civilización fue eliminada unos dos mil años más tarde por las hordas bárbaras del norte.

80:7.11

Otra gran colonia se estableció en el Mediterráneo cerca de lo que más adelante fue Cartago. Y desde el norte de África grandes números de anditas entraron a España y más adelante se mezclaron en Suiza con sus hermanos que anteriormente habían ido a Italia desde las islas egeas.

80:7.12

Cuando Egipto siguió a Mesopotamia en la declinación cultural, muchas de las familias más capaces y avanzadas huyeron a Creta, aumentando considerablemente de esta manera esta civilización ya avanzada. Cuando la llegada de grupos inferiores desde Egipto, más adelante, amenazó la civilización de Creta, las familias más cultas se trasladaron hacia el oeste a Grecia.

80:7.13

Los griegos no sólo fueron grandes maestros y artistas, sino que fueron también los más grandes comerciantes y colonizadores del mundo. Antes de sucumbir al desbordamiento de inferioridad que finalmente envolvió su arte y comercio, consiguieron establecer tantas vanguardias de cultura hacia el oeste que muchos de los avances de la civilización griega primitiva persistieron en los pueblos posteriores del sur de Europa, y muchos descendientes mezclados de estos adansonitas se fueron incorporando a las tribus de las tierras adyacentes.


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