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Los Cultos a los Fantasmas

7. La Naturaleza del Sistema de los Cultos

87:7.1

La organización social de tipo cultista persistió porque proveía un simbolismo para la preservación y estimulación de los sentimientos morales y de las lealtades religiosas. El culto nació de las tradiciones «de las antiguas familias» y fue perpetuado como institución establecida; todas las familias tienen un culto de alguna clase. Todo ideal inspirador busca un simbolismo perpetuador—intenta encontrar una técnica de manifestación cultural que asegure su sobrevivencia y aumente su realización– y el culto alcanza este objetivo fomentando y gratificando la emoción.

87:7.2

Desde los albores de la civilización todo movimiento atrayente en la cultura social o en el avance religioso ha desarrollado un rito, un ceremonial simbólico. Cuanto más inconsciente ha crecido este rito, más intensamente ha atraído a sus devotos. El culto preservaba el sentimiento y satisfacía la emoción, pero ha sido siempre el mayor obstáculo a la reconstrucción social y al progreso espiritual.

87:7.3

A pesar de que el culto ha retardado constantemente el progreso social, es lamentable que tanto los creyentes modernos en las normas morales y los ideales espirituales no posean un simbolismo adecuado—un culto de apoyo mutuo– nada al que puedan pertenecer. Pero no se puede fabricar un culto religioso. Debe crecer. Y los cultos de dos grupos no podrán ser idénticos a menos que sus ritos se normalicen arbitrariamente por la acción de la autoridad.

87:7.4

El culto cristiano primitivo fue el más eficaz, atrayente y duradero de todos los ritos que se hayan concebido o inventado jamás, pero mucho de su valor ha sido destruido en una era científica que derrocó tantos de sus principios originales subyacentes. El culto cristiano ha sido debilitado por la pérdida de muchas ideas fundamentales.

87:7.5

En el pasado, la verdad crecía rápidamente y se difundía libremente cuando el culto era elástico, el simbolismo, expansible. Una abundancia de verdad y un culto adaptable han favorecido la rapidez del progreso social. Un culto sin significado vicia la religión cuando intenta suplantar a la filosofía y avasallar a la razón; un culto genuino crece.

87:7.6

A pesar de los inconvenientes y desventajas, toda nueva revelación de la verdad ha originado un nuevo culto, y aun el nuevo pronunciamiento de la religión de Jesús debe desarrollar un simbolismo nuevo y apropiado. El hombre moderno debe encontrar un simbolismo adecuado para sus nuevas ideas, ideales y lealtades en expansión. Este símbolo enaltecido debe surgir de la vida religiosa, de la experiencia espiritual. Y este simbolismo más elevado de una civilización más elevada debe ser predicado sobre el concepto de la Paternidad de Dios y estar lleno del poderoso ideal de la hermandad de los hombres.

87:7.7

Los viejos cultos eran demasiado egocéntricos; el nuevo culto debe ser el fruto del amor aplicado. El nuevo culto debe, como los antiguos, fomentar el sentimiento, satisfacer la emoción y promover la lealtad; pero debe hacer más: debe facilitar el progreso espiritual, enaltecer los significados cósmicos, aumentar los valores morales, alentar el desarrollo social y estimular un tipo elevado de vida religiosa personal. El nuevo culto debe proveer objetivos supremos de vida, tanto temporales como eternos—sociales y espirituales.

87:7.8

Ningún culto puede durar ni contribuir al progreso de la civilización social y al logro espiritual individual si no se basa en la importancia biológica, sociológica y religiosa del hogar. Un culto sobreviviente debe simbolizar aquello que es permanente en la presencia de cambio incesante; debe glorificar aquello que unifica las corrientes de una metamorfosis social en constante cambio. Debe reconocer los significados verdaderos, exaltar las relaciones hermosas y glorificar los valores buenos de la nobleza auténtica.

87:7.9

Pero la gran dificultad de encontrar un simbolismo nuevo y satisfactorio estriba en que el hombre moderno, como grupo, se adhiere a la actitud científica, evita la superstición y aborrece la ignorancia, mientras que como individuos todos ellos ansían el misterio y veneran lo desconocido. Ningún culto puede sobrevivir a menos que comprenda un misterio poderoso y oculte un bien inalcanzable. Nuevamente, el simbolismo nuevo no debe ser significativo solamente para el grupo sino que también debe tener sentido para el individuo. Las formas de un simbolismo útil deben ser aquellas que el individuo pueda realizar por su propia iniciativa, y que pueda a la vez disfrutar en compañía de sus semejantes. Si el nuevo culto pudiera ser dinámico en vez de estático, verdaderamente contribuiría algo valioso al progreso tanto temporal como espiritual de la humanidad.

87:7.10

Pero un culto—un simbolismo de ritos, lemas u objetivos– no funciona si es demasiado complejo. Es necesario además que exista una demanda de devoción, una respuesta de lealtad. Toda religión eficaz desarrolla infaliblemente un simbolismo valioso, y sus devotos harían bien en prevenir la cristalización de tales ritos en ceremoniales estereotipados entorpecedores, paralizantes y sofocantes que tan sólo dificultan y retardan todo progreso social, moral y espiritual. No hay culto que pueda sobrevivir si retarda el crecimiento moral y deja de fomentar el progreso espiritual. El culto es la estructura esquelética sobre la cual crece el cuerpo vivo y dinámico de la experiencia personal y espiritual—la verdadera religión.

87:7.11

[Presentado por una Brillante Estrella Vespertina de Nebadon.]


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