Las plantas primero fueron temidas y después adoradas debido a los licores intoxicantes que de ella se derivaban. El hombre primitivo creía que la intoxicación lo volvía a uno divino. Se suponía que había algo de especial y sagrado en tal experiencia. Aún en los tiempos modernos las bebidas alcohólicas se conocen con el nombre de «bebidas espirituosas».
El hombre primitivo consideraba el grano en crecimiento con temor y respeto supersticioso. El apóstol Pablo no fue el primero en derivar del grano en crecimiento profundas lecciones espirituales y en predicar creencias religiosas.
Los cultos de la adoración de los árboles están entre los grupos religiosos más antiguos. Todas las primitivas bodas se celebraban bajo los árboles, y cuando la mujer deseaba hijos, se la encontraba de vez en cuando en el bosque abrazando afectuosamente un roble robusto. Muchas plantas y árboles eran venerados debido a sus poderes medicinales verdaderos o imaginarios. El salvaje creía que todos los efectos químicos se debían a la actividad directa de la fuerzas sobrenaturales.
Las ideas sobre los espíritus de los árboles variaban grandemente entre las distintas tribus y razas. Algunos árboles estaban habitados por espíritus bondadosos; otros, por espíritus engañosos y crueles. Los finlandeses creían que la mayoría de los árboles estaban ocupados por espíritus bondadosos. Los suizos por mucho tiempo desconfiaron de los árboles, creyendo que contenían espíritus engañosos. Los habitantes de la India y de Rusia oriental consideran que los espíritus de los árboles son crueles. Los patagones aún adoran a los árboles, así como lo hacían los primitivos semitas. Mucho después de que los hebreos dejaran de adorar a los árboles, continuaron venerando a sus varias deidades en las arboledas. Excepto en la China, existió antiguamente un culto universal del árbol de la vida.
La creencia de que el agua o los metales preciosos por debajo de la superficie de la tierra pueden ser detectados por una varilla adivinadora de madera es una reliquia de los antiguos cultos a los árboles. El mayo, el árbol de navidad y la práctica supersticiosa de tocar madera perpetúan algunas de las antiguas costumbres de adoración a los árboles y algunos de los cultos al árbol más recientes.
Muchas de estas formas más antiguas de veneración de la naturaleza se mezclaron con técnicas posteriores de adoración, pero la adoración más primitiva activada por el ayudante de la mente estaba funcionando mucho antes de que la naturaleza religiosa en sus albores de la humanidad respondiera plenamente al estímulo de las influencias espirituales.