Las criaturas mortales que viven en un mundo sacudido por el pecado, dominado por el mal, egoísta y aislado, tal como Urantia, difícilmente pueden concebir la perfección física, el logro intelectual, y el desarrollo espiritual que caracterizan a estas épocas avanzadas de evolución en una esfera sin pecado.
Las épocas avanzadas de un mundo establecido en luz y vida representan la cumbre del desarrollo material evolucionario. En estos mundos cultos han desaparecido la pereza y las fricciones de las eras primitivas anteriores. La pobreza y la desigualdad social han casi desaparecido, la degeneración ya no existe, la delincuencia raramente se observa. La locura prácticamente ha dejado de existir, y la debilidad mental es una rareza.
El estado económico, social y administrativo de estos mundos es de orden perfeccionado y elevado. Florecen la ciencia, el arte y la industria, y la sociedad es un mecanismo que funciona suavemente, de elevado logro material, intelectual y cultural. La industria se ha vertido en gran parte al servicio de los objetivos más elevados de dicha civilización maravillosa. La vida económica de dicho mundo se ha vuelto ética.
La guerra ya es cosa de la historia, y ya no existen ejércitos ni fuerzas de policía. El gobierno está desapareciendo gradualmente. El autocontrol está lentamente volviendo obsoleta la promulgación humana de leyes. El grado de gobierno civil y reglamentación obligatoria, en un estado intermedio de la civilización en avance, es inversamente proporcional a la moral y espiritualidad de la ciudadanía.
Las escuelas han mejorado considerablemente y están dedicadas a la capacitación de la mente y a la expansión del alma. Los centros de arte son exquisitos y las organizaciones musicales estupendas. Los templos de adoración con sus academias asociadas de filosofía y religión experiencial son creaciones de belleza y grandeza. Las arenas al aire libre de asambleas para la adoración, son igualmente sublimes en su simplicidad de decoración artística.
Las disposiciones para el deporte competitivo, el humor, y otras fases del logro personal y de grupo son amplias y apropiadas. Un rasgo especial de las actividades competitivas en tal mundo altamente cultural se refiere a los esfuerzos de individuos y grupos por sobresalir en las ciencias y filosofías de la cosmología. Florecen la literatura y la oratoria, y el idioma tanto ha mejorado como para ser simbólico de conceptos así como también expresivo de ideas. La vida es refrescantemente sencilla; el hombre por fin ha coordinado un elevado estado de desarrollo mecánico con un logro intelectual inspirador y ha dominado ambos en un exquisito logro espiritual. La búsqueda de la felicidad es una experiencia de regocijo y satisfacción.