El transporte al quinto mundo de estancia representa un extraordinario paso hacia adelante en la vida del progresista morontial. La experiencia en este mundo es una verdadera anticipación de la vida en Jerusem. Aquí comienzas a realizar el destino elevado de los mundos evolucionarios leales, puesto que pueden progresar normalmente a esta etapa durante su desarrollo planetario natural. La cultura de este mundo de estancia corresponde en general a esa era inicial de luz y vida en los planetas de progreso evolucionario normal. Y de esto puedes desprender por qué está ordenado que los tipos de seres altamente cultos y progresistas, que a veces habitan estos mundos evolucionarios avanzados, estén eximidos de pasar a través de una o más, o aun de todas, las esferas de estancia.
Habiendo dominado el idioma del universo local antes de abandonar el cuarto mundo de estancia, dedicas ahora más tiempo al perfeccionamiento de la lengua de Uversa, con el fin de aprender ambos idiomas antes de llegar a Jerusem con estado de residente. Todos los mortales ascendentes desde la sede central del sistema hasta Havona son bilingües. Luego tan sólo es necesario ampliar el vocabulario superuniversal, requiriéndose una ampliación mayor para la residencia en el Paraíso.
A la llegada al mundo de estancia número cinco, el peregrino recibe permiso para visitar el mundo de transición del número correspondiente, la sede de los Hijos. Aquí el mortal ascendente se familiariza personalmente con los varios grupos de filiación divina. Ha oído acerca de estos seres extraordinarios y ya los ha encontrado en Jerusem, pero ahora realmente comienza a conocerlos.
En el quinto mundo de estancia comienzas a aprender acerca de los mundos de estudio de la constelación. Aquí conoces a los primeros instructores que comienzan a prepararte para la subsiguiente estadía en la constelación. Esta preparación continúa en los mundos de estancia seis y siete, mientras que los toques finales ocurren en el sector de los mortales ascendentes en Jerusem.
Un verdadero nacimiento de la conciencia cósmica toma lugar en el mundo de estancia número cinco; estás evolucionando un punto de vista universal. Éste es realmente un período de horizontes en expansión. La mente en expansión de los mortales ascendentes comienza a darse cuenta de que un destino estupendo y magnífico, excelso y divino, aguarda a todos los que completan la ascensión progresiva al Paraíso, que tan laboriosamente pero tan regocijada y auspiciosamente ha comenzado. Aproximadamente en este momento el mortal ascendente promedio comienza a manifestar un entusiasmo experiencial sincero por la ascensión a Havona. El estudio se está volviendo voluntario, el servicio altruista se torna natural, y la adoración, espontánea. Está naciendo un verdadero carácter morontial; una verdadera criatura morontial está evolucionando.