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La Sede Central del Sistema Local

8. Los Triángulos de Jerusem

46:8.1

Los asuntos puramente locales y rutinarios de Jerusem se dirigen desde los cien triángulos. Estas unidades están agrupadas alrededor de diez maravillosas estructuras que domicilian la administración local de Jerusem. Los triángulos están rodeados por una ilustración panorámica de la historia de la sede central del sistema. Presentemente se han borrado más de dos millas estándar en esta historia circular. Esta sección será restaurada cuando se vuelva a admitir a Satania en la familia de la constelación. Toda disposición para este acontecimiento se ha realizado mediante decretos de Micael, pero el tribunal de los Ancianos de los Días aún no ha terminado la adjudicación de los asuntos de la rebelión de Lucifer. Satania no puede regresar a la plena sociedad de Norlatiadek hasta tanto cobije archirebeldes, seres de elevada creación que han caído de la luz a la oscuridad.

46:8.2

Cuando Satania pueda regresar al ámbito de la constelación, entonces se considerará la readmisión de los mundos aislados a la familia del sistema de planetas habitados, además de su restauración a la comunión espiritual de los reinos. Pero aún si Urantia fuera restaurada a los circuitos del sistema, vosotros seguiríais estando embarazados por el hecho de que vuestro entero sistema está en cuarentena, proclamada por Norlatiadek, parcialmente segregándolo de todos los demás sistemas.

46:8.3

Pero antes de mucho tiempo, la adjudicación de Lucifer y de sus asociados restaurará el sistema de Satania a la constelación de Norlatiadek, y posteriormente, Urantia y las demás esferas aisladas serán restauradas a los circuitos de Satania, y nuevamente dichos mundos disfrutarán del privilegio de la comunicación interplanetaria y de la comunión intersistémica.

46:8.4

Llegará el fin de los rebeldes y de la rebelión. Los Gobernantes Supremos son misericordiosos y pacientes, pero la ley concerniente al mal alimentado deliberadamente se ejecuta universal e infaliblemente. «La paga del pecado es muerte»—la obliteración eterna.

46:8.5

[Presentado por un Arcángel de Nebadon.]


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