Los Melquisedek son los directores de ese gran cuerpo de instructores—criaturas volitivas parcialmente espiritualizadas y otros– que funcionan tan aceptablemente en Jerusem y en sus mundos asociados pero particularmente en los siete mundos de estancia. Éstos son planetas de detención, en los que aquellos mortales que no logran la fusión con sus Ajustadores residentes durante la vida en la carne son rehabilitados en forma transitoria para recibir ayuda ulterior y disfrutar de otra oportunidad de continuar sus esfuerzos de logro espiritual, aquellos mismos esfuerzos que la muerte interrumpió prematuramente. O si, por cualquier otra razón de dificultad hereditaria, medio ambiente desfavorable, o conspiración de circunstancias, este logro del alma no se completó, sea cual fuere la razón, todos los que tienen un propósito sincero y son de valor espiritual se hallarán a sí mismos, como tales, en los planetas de continuación, donde deben aprender a dominar los elementos esenciales de la carrera eterna, y obtener de los rasgos que no pudieron adquirir, o no adquirieron, durante su vida en la carne.
Las Brillantes Estrellas Vespertinas (y sus coordinados innominados) frecuentemente sirven como maestros en las distintas empresas de instrucción del universo, incluyendo aquellas que patrocinan los Melquisedek. También colaboran los Hijos Instructores Trinitarios, que imparten los toques de la perfección paradisiaca a estas facultades progresivas de capacitación. Pero todas estas actividades no están exclusivamente dedicadas al avance de los mortales ascendentes; muchas se ocupan igualmente de la capacitación progresiva de las personalidades espirituales nativas de Nebadon.
Los Hijos Melquisedek dirigen más de treinta centros distintos de instrucción en Jerusem. Estas facultades de capacitación comienzan con la facultad de autoevaluación y terminan con las escuelas de ciudadanía en Jerusem, en las que los Hijos e Hijas Materiales se unen con los Melquisedek y otros en este esfuerzo supremo por calificar a los sobrevivientes mortales para que asuman las elevadas responsabilidades del gobierno representativo. El entero universo está organizado y administrado sobre la base representativa. El gobierno representativo es el ideal divino del autogobierno entre los seres no perfectos.
Cada cien años de tiempo universal cada sistema selecciona sus diez representantes para que se sienten en la legislatura de la constelación. Éstos son elegidos por el concilio de mil de Jerusem, un cuerpo electoral encargado del deber de asegurar la representación de los grupos del sistema en todos los asuntos delegados o por designación. Todos los representantes u otros delegados seleccionados por el concilio de mil electores, deben ser diplomados de la facultad más elevada de la Universidad Melquisedek de Administración, así como también lo son todos los que constituyen este grupo de mil electores. Los Melquisedek patrocinan esta facultad asistidos en los últimos tiempos por los finalistas.
Existen en Jerusem muchos cuerpos electivos y éstos son elegidos como autoridades legitimas de vez en cuando por tres órdenes de ciudadanía: los Hijos e Hijas Materiales, los serafines y sus asociados, incluyendo los seres intermedios, y los mortales ascendentes. Para lograr el honor de ser nombrado representante, un candidato debe haber ganado de las facultades Melquisedek de administración el reconocimiento exigido.
El sufragio es universal en Jerusem entre estos tres grupos de ciudadanos, pero el voto se cuenta diferencialmente de acuerdo con la posesión personal de mota—sabiduría morontial– reconocida y debidamente registrada. El voto emitido por una personalidad en las elecciones de Jerusem tiene un valor que va del uno al mil. Los ciudadanos de Jerusem están de esta manera clasificados de acuerdo con su logro de mota.
De vez en cuando los ciudadanos de Jerusem se presentan ante los examinadores Melquisedek, quienes certifican su logro en sabiduría morontial. Luego se apersonan ante el cuerpo examinador de las Brillantes Estrellas Vespertinas o aquellos que son designados por ellas, que se aseguran del grado de discernimiento espiritual. A continuación aparecen ante la presencia de los veinticuatro consejeros y sus asociados, que juzgan su estado de logro experiencial de socialización. Estos tres factores consecutivamente se llevan a los registros de ciudadanía del gobierno representativo, que rápidamente computan el estado mota y asignan las calificaciones de sufragio de acuerdo con éste.
Bajo la supervisión de los Melquisedek los ascendentes mortales, particularmente aquellos que se atrasan en la unificación de su personalidad en los nuevos niveles morontiales, son llevados de la mano por los Hijos Materiales y se les da una intensa capacitación diseñada para rectificar dichas deficiencias. Ningún mortal ascendente abandona la sede central del sistema para la más extensa y más variada carrera de socialización en la constelación, hasta tanto los Hijos Materiales no hayan certificado el logro de la personalidad mota—una individualidad que combina la existencia mortal completada en asociación experiencial con la naciente carrera morontial, ambas combinándose debidamente mediante el supercontrol espiritual del Ajustador del Pensamiento.
[Presentado por un Melquisedek asignado temporalmente a Urantia.]
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