Edentia abunda en mesetas fascinadoras, amplias elevaciones de materia física coronadas de vida morontial y esparcidas de gloria espiritual, pero no hay cadenas montañosas abruptas tales como existen en Urantia. Existen decenas de miles de lagos resplandecientes y miles de miles de arroyos que los interconectan, pero no hay grandes océanos ni ríos torrenciales. Sólo las mesetas carecen de estos arroyos de superficie.
El agua de Edentia y de las esferas arquitectónicas similares, no es diferente del agua de los planetas evolucionarios. Los sistemas de agua de dichas esferas son tanto de superficie como subterráneos, y la humedad está en constante circulación. Se puede circumnavegar Edentia por varias rutas fluviales, aunque el sistema principal de transporte es la atmósfera. Los seres espirituales naturalmente viajan sobre la superficie de la esfera, mientras que los seres morontiales y materiales hacen uso de medios materiales y semimateriales para salvar el pasaje atmosférico.
Edentia y sus mundos asociados tienen una verdadera atmósfera, la mezcla usual de los tres gases que es característica de tales creaciones arquitectónicas, y que incorpora los dos elementos de la atmósfera de Urantia además del gas morontial adecuado para la respiración de las criaturas morontiales. Pero aunque esta atmósfera es tanto material como morontial, no hay tormentas ni huracanes; tampoco hay verano ni invierno. Esta ausencia de disturbios atmosféricos y de variaciones estacionales hace posible embellecer todos los ambientes exteriores de estos mundos creados especialmente.
Las mesetas de Edentia son magníficas creaciones físicas, y su belleza está enaltecida por la profusión interminable de vida que abunda en toda su longitud y anchura. Excepto algunas estructuras más bien aisladas, estas mesetas no contienen obras hechas por las manos de las criaturas. Los adornos materiales y morontiales están limitados a las zonas de vivienda. Las elevaciones menores son el sitio de las residencias especiales y están hermosamente embellecidas tanto con arte biológico como con arte morontial.
Ubicadas en las cumbres de la séptima cadena de mesetas están las salas de resurrección de Edentia, en las que despiertan los mortales ascendentes de la segunda orden modificada de ascensión. Estas cámaras de reensamblamiento de las criaturas están bajo la supervisión de los Melquisedek. La primera de las esferas de recepción de Edentia (como el planeta Melquisedek cerca de Salvington) también tiene salas especiales de resurrección, en las que se reensamblan a los mortales de las órdenes modificadas.
Los Melquisedek también mantienen dos facultades especiales en Edentia. Una, la facultad de emergencia, se dedica al estudio de los problemas que han surgido de la rebelión en Satania. La otra, la facultad de autootorgamiento, se dedica al dominio de los nuevos problemas que surgen del hecho de que Micael realizó su autootorgamiento final en uno de los mundos de Norlatiadek. Esta última facultad fue establecida casi cuarenta mil años atrás, inmediatamente después del anuncio hecho por Micael de que Urantia se había seleccionado como mundo para su autootorgamiento final.
El mar de cristal, la zona de recepción de Edentia, está cerca del centro de administración y la rodea el anfiteatro de la sede central. Alrededor de esta zona están los centros de gobierno para las setenta divisiones de los asuntos de la constelación. La mitad de Edentia está dividida en setenta secciones triangulares, cuyos límites convergen en los edificios sede central de sus respectivos sectores. El resto de la esfera es un vasto parque natural, los jardines de Dios.
Durante tus visitas periódicas a Edentia, aunque el entero planeta está abierto para tu inspección, la mayor parte de tu tiempo se dedicará a ese triángulo administrativo cuyo nombre corresponde al de tu mundo residencial actual. Siempre serás bienvenido como observador en las asambleas legislativas.
El área morontial asignada a los mortales ascendentes que residen en Edentia está ubicada en la zona media del triángulo número treinta y cinco adyacente a la sede central de los finalistas, situada en el triángulo treinta y seis. La sede general de los univitatia ocupa una zona enorme en la región media del triángulo treinta y cuatro inmediatamente adyacente a la región residencial de los ciudadanos morontiales. Es posible ver por estos arreglos que se ha dispuesto para albergar por lo menos setenta divisiones mayores de vida celestial, y también que cada una de estas setenta zonas triangulares está correlacionada con alguna de las setenta esferas principales de capacitación morontial.
El mar de cristal de Edentia es un enorme cristal circular de unos ciento sesenta kilómetros de circunferencia y unos cincuenta kilómetros de profundidad. Este magnífico cristal sirve de campo de recepción para todos los serafines de transporte y otros seres que llegan de puntos ubicados fuera de la esfera; dicho mar de cristal facilita grandemente el aterrizaje de los serafines de transporte.
En casi todos los mundos arquitectónicos hay un campo de cristal de este tipo; y sirve para muchos propósitos además de su valor decorativo, siendo utilizado para ilustrar la reflectividad del superuniverso a los grupos reunidos y como factor en la técnica de transformación de la energía para modificar las corrientes del espacio y para adaptar otras corrientes de energía física que se integran.