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La Energía—La Mente y la Materia

2. Los Sistemas de Energía Universales no Espirituales (Las Energías Físicas)

42:2.1

Es en efecto difícil hallar palabras adecuadas en el idioma inglés [o español] para designar y describir los varios niveles de fuerza y energía—física, mental, o espiritual. Estas narrativas no pueden completamente ceñirse a vuestras definiciones aceptadas de fuerza, energía y poder. Existe tal pobreza de lenguaje que debemos usar estos términos con significados múltiples. En este documento, por ejemplo, la palabra energía se usa para denotar todas las fases y formas del movimiento, acción y potencial fenomenales, mientras que fuerza se aplica a las etapas de energía pregravedad, y poder se aplica a las etapas postgravedad de la energía.

42:2.2

Sin embargo intentaré reducir la confusión conceptual sugiriendo la conveniencia de adoptar la siguiente clasificación para la fuerza cósmica, la energía emergente, y el poder universal—energía física:

42:2.3

1. Potencia espacial. Ésta es la presencia espacial libre e incuestionable del Absoluto No Cualificado. La extensión de este concepto connota el potencial de la fuerza espacial en el universo inherente a la totalidad funcional del Absoluto No Cualificado, mientras que la comprensión de este concepto implica la totalidad de la realidad cósmica—universos– que emanaron en la eternidad de la Isla del Paraíso sin comienzo, sin fin, sin movimiento, y sin cambio.

42:2.4

Los fenómenos característicos del lado bajo del Paraíso probablemente comprenden tres zonas de presencia y actuación de la fuerza absoluta: la zona del fulcro del Absoluto No Cualificado, la zona de la Isla del Paraíso mismo, y la zona intermedia de ciertas agencias compensadoras y equilibradoras no identificadas. Estas zonas triconcéntricas son el centro del ciclo paradisiaco de la realidad cósmica.

42:2.5

La potencia espacial es una prerrealidad; es el dominio del Absoluto No Cualificado y reacciona tan sólo a la atracción personal del Padre Universal, a pesar de que sea aparentemente modificable por la presencia de los Organizadores de la Fuerza Decanos Primarios.

42:2.6

En Uversa, la potencia espacial se denomina ABSOLUTA.

42:2.7

2. Fuerza primordial. Ésta representa el primer cambio básico en potencia espacial y puede ser una de las funciones bajoparadisiacas o del Absoluto No Cualificado. Sabemos que la presencia espacial que sale del Paraíso bajo está modificada de alguna manera de la que ingresa. Pero a pesar de estas relaciones posibles, la transmutación abiertamente reconocida de la potencia espacial en fuerza primordial es la función diferenciadora primaria de la tensión-presencia de los organizadores vivientes paradisiacos de la fuerza.

42:2.8

La fuerza pasiva y potencial se vuelve activa y primordial en respuesta a la resistencia ofrecida por la presencia espacial de los Organizadores de la Fuerza Decanos Eventuados Primarios. La fuerza ahora emerge del dominio exclusivo del Absoluto No Cualificado a los reinos de respuesta múltiple—respuesta a ciertos movimientos primarios iniciados por el Dios de la Acción y de allí en adelante a ciertos movimientos compensatorios que emanan del Absoluto Universal. La fuerza primordial es aparentemente reactiva a la causación trascendental en proporción a la absolutez.

42:2.9

La fuerza primordial se denomina a veces energía pura; en Uversa nos referimos a ella como SEGREGATA.

42:2.10

3. Energías emergentes. La presencia pasiva de los organizadores primarios de la fuerza es suficiente para transformar la potencia espacial en fuerza primordial, y es sobre este campo espacial activado que estos mismos organizadores de la fuerza comienzan sus operaciones iniciales y activas. La fuerza primordial está destinada a pasar a través de dos fases distintas de transmutación en los reinos de la manifestación de la energía antes de aparecer como poder universal. Estos dos niveles de energía emergente son:

42:2.11

a. Energía potente. Ésta es una energía poderosamente direccional, movida por la masa, tensionada poderosamente, y de reacción forzada—sistemas gigantescos de energía puestos en movimiento por las actividades de los organizadores primarios de la fuerza. Esta energía primaria o potente al principio no responde definitivamente a la atracción de la gravedad del Paraíso aunque probablemente da una respuesta de agregado de masa o direccional en el espacio, al grupo colectivo de influencias absolutas que operan desde el lado bajo del Paraíso. Cuando la energía surge hasta el nivel de la respuesta inicial a la atracción circular y absoluta de la gravedad del Paraíso, los organizadores primarios de la fuerza dan paso a la acción de sus asociados secundarios.

42:2.12

b. Energía de gravedad. La energía que responde a la gravedad que ahora aparece tiene el potencial del poder universal y se vuelve el antepasado activo de toda materia universal. Esta energía secundaria, o energía gravitacionaria es el producto de la elaboración de la energía que resulta de la presión-presencia, y de las tendencias tensionales establecidas por los Organizadores de la Fuerza Decanos Asociados Trascendentales. En respuesta a la tarea de estos manipuladores de la fuerza, la energía espacial pasa rápidamente de la etapa potente a la etapa gravitacional, volviéndose así directamente reaccionante a la atracción circular de la gravedad (absoluta) del Paraíso y mostrando a la vez cierto potencial de sensibilidad a la atracción de la gravedad lineal inherente en la masa material a punto de aparecer que corresponde a las etapas electrónica y postelectrónica de la energía y de la materia. Al aparecer la reacción a la gravedad, los Organizadores de la Fuerza Decanos Asociados Trascendentales pueden retirarse de los ciclones energéticos del espacio siempre y cuando los Directores del Poder Universal sean asignables a ese campo de acción.

42:2.13

No estamos seguros de las causas exactas de las primeras etapas de la evolución de la fuerza, pero reconocemos la acción inteligente del Último en ambos niveles de manifestación de la energía emergente. Las energías potente y gravitacionaria, cuando se las considera colectivamente, se llaman en Uversa ULTIMATA.

42:2.14

4. Poder universal. La fuerza espacial se modifica primero en energía espacial y de allí en energía controlada por la gravedad. De esta manera la energía física madura hasta el punto en que puede ser dirigida dentro de los canales de poder y hecha a servir los propósitos múltiples de los Creadores del universo. Esta tarea es emprendida por los versátiles directores, centros y controladores de la energía física en el gran universo—las creaciones organizadas y habitadas. Estos Directores del Poder Universal toman en sus manos el control más o menos completo de veintiuna de las treinta fases de la energía que constituyen el sistema actual de energía de los siete superuniversos. Este dominio de poder-energía-materia es el reino de las actividades inteligentes del Séptuple, que actúa bajo el supercontrol espacio-temporal del Supremo.

42:2.15

En Uversa nos referimos al reino del poder universal como GRAVITA.

42:2.16

5. Energía de Havona. Conceptualmente esta narrativa se ha estado desplazando en dirección al Paraíso a medida que hemos seguido la transmutación de la fuerza espacial, nivel tras nivel, hasta el nivel funcional de la energía de poder de los universos del tiempo y del espacio. Continuando en dirección al Paraíso, posteriormente se encuentra una fase preexistente de la energía que es característica del universo central. Aquí el ciclo evolucionario parece volverse sobre sí mismo; la energía-poder parece ahora comenzar a volverse hacia atrás, hacia la fuerza, pero una fuerza de naturaleza muy distinta de la potencia espacial y de la fuerza primordial. Los sistemas de energía de Havona no son duales; son triunos. Éste es el dominio de la energía existencial del Actor Conjunto, que funciona en nombre de la Trinidad del Paraíso.

42:2.17

En Uversa estas energías de Havona se conocen como TRIATA.

42:2.18

6. Energía trascendental. Este sistema de energía opera a partir del nivel superior del Paraíso y en él, y sólo en conexión con los pueblos absonitos. En Uversa se la denomina TRANOSTA.

42:2.19

7. Monota. La energía está estrechamente emparentada con la divinidad cuando se trata de energía en el Paraíso. Nos inclinamos a la creencia de que monota es la energía viviente, no espiritual, del Paraíso—una contraparte en la eternidad de la energía viviente, espiritual, del Hijo Original—de aquí que sea el sistema de energía no espiritual del Padre Universal.

42:2.20

No podemos diferenciar entre la naturaleza del espíritu paradisiaco y la monota paradisiaca. Son aparentemente iguales. Tienen nombres distintos, pero difícilmente se os puede relatar algo sobre una realidad cuyas manifestaciones espirituales y no espirituales son distinguibles tan sólo por su nombre.

42:2.21

Sabemos que las criaturas finitas pueden lograr la experiencia de la adoración del Padre Universal a través del ministerio de Dios el Séptuple y de los Ajustadores del Pensamiento, pero dudamos que una personalidad subabsoluta, aun los directores de poder, puedan comprender la infinidad de la energía de la Primera Gran Fuente y Centro. Una cosa es segura: si los directores de poder conocen la técnica de la metamorfosis de la fuerza espacial, no revelan el secreto al resto de nosotros. Es mi opinión que no comprenden plenamente la función de los organizadores de la fuerza.

42:2.22

Estos mismos directores de poder son catalizadores de la energía, o sea, hacen por su presencia que la energía se segmente, se organice o se reúna en formación de unidad. Todo esto implica que debe haber algo inherente en la energía que hace que así funcione en presencia de estas entidades de poder. Desde hace mucho tiempo los Melquisedek de Nebadon han denominado el fenómeno de la transmutación de la fuerza cósmica en poder universal como una de las siete «infinidades de la divinidad», y no podréis avanzar más en este punto durante vuestra ascensión en el universo local.

42:2.23

A pesar de nuestra incapacidad para comprender plenamente el origen, la naturaleza y las transmutaciones de la fuerza cósmica, comprendemos perfectamente todas las fases de la conducta de la energía emergente desde los tiempos de su respuesta directa y clara a la acción de la gravedad del Paraíso—aproximadamente en el momento del comienzo de la función de los directores del poder de los superuniversos.


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