Cuando los mortales del tiempo fracasan en lograr la supervivencia eterna de sus almas en asociación planetaria con los dones espirituales del Padre Universal, dicho fracaso no se debe nunca de ninguna manera a negligencia de las obligaciones, ministerio, servicio o devoción por parte del Ajustador. En el momento de la muerte mortal, estos Monitores abandonados regresan a Divinington, y posteriormente, después de la adjudicación del que no sobrevivió, se los puede volver a asignar a los mundos del tiempo y del espacio. A veces, después de servicios repetidos de este tipo o después de alguna experiencia singular, como por ejemplo la de funcionar como Ajustador residente de un Hijo autootorgador encarnado, el Padre Universal personaliza estos eficientes Ajustadores.
Los Ajustadores Personalizados son seres de una orden singular e insondable. Originalmente de estado existencial prepersonal, se han convertido en experienciales mediante la participación en la vida y carrera de los mortales humildes de los mundos materiales. Y puesto que la personalidad donada a estos expertos Ajustadores del Pensamiento se origina, y tiene su manantial, en el ministerio personal y continuado del Padre Universal de los otorgamientos de la personalidad experiencial a sus criaturas creadas, se clasifican estos Ajustadores Personalizados como Hijos de Dios ascendentes, la más elevada de estas órdenes de filiación.