La Brillante Estrella Matutina es la personalización del primer concepto de identidad e ideal de personalidad concebido por el Hijo Creador y por la manifestación del Espíritu Infinito en el universo local. Volviendo a los primeros días del universo local, antes de la unión del Hijo Creador y el Espíritu Materno en los vínculos de la asociación creativa, allá en los tiempos previos al comienzo de la creación de su familia versátil de hijos e hijas, el primer acto conjunto de esta primera asociación libre de estas dos personas divinas da como resultado la creación de la personalidad espiritual más elevada del Hijo y del Espíritu: la Brillante Estrella Matutina.
Un solo ser de tal sabiduría y majestad se crea en cada universo local. El Padre Universal y el Hijo Eterno pueden, y de hecho lo hacen, crear un ilimitado número de Hijos que son en divinidad iguales a ellos mismos. Pero, tales Hijos, en unión con las Hijas del Espíritu Infinito, pueden crear solamente una Brillante Estrella Matutina en cada universo, un ser parecido a ellos mismos, que participa generosamente de sus naturalezas combinadas pero no de sus prerrogativas creativas. Gabriel de Salvington es como el Hijo Universal en su divinidad de la naturaleza, aunque considerablemente limitado en atributos de la Deidad.
Este primogénito de los padres de un nuevo universo es una personalidad única que posee muchos rasgos maravillosos no visiblemente presentes en ninguno de sus progenitores, un ser de versatilidad sin precedentes y brillo inimaginable. Esta personalidad excelsa reúne la voluntad divina del Hijo combinada con la imaginación creativa del Espíritu. Los pensamientos y acciones de la Brillante Estrella Matutina serán siempre representativos de ambos, el Hijo Creador y el Espíritu Creativo. Este ser es también capaz de una amplia comprensión de las huestes espirituales seráficas y de las criaturas volitivas materiales evolucionarias, y puede establecer un contacto compasivo hacia ellas.
La Brillante Estrella Matutina no es creador, sino magnífico administrador, siendo el representante administrativo personal del Hijo Creador. Aparte de la creación e implantación de vida, el Hijo y el Espíritu no tratan jamás de importantes procedimientos universales sin la presencia de Gabriel.
Gabriel de Salvington es el jefe ejecutivo del universo de Nebadon y árbitro de todas las apelaciones ejecutivas respecto a su administración. Este ejecutivo del universo fue creado completamente dotado para su tarea, pero ha acumulado experiencia con el crecimiento y evolución de nuestra creación local.
Gabriel de Salvington es el ejecutivo en jefe para los mandatos del superuniverso relacionados con los asuntos no personales del universo local. La mayoría de los asuntos pertenecientes a los juicios en masa y las resurrecciones dispensacionales, adjudicados por los Ancianos de los Días, son también delegados a Gabriel y su equipo para su ejecución. Gabriel es, en consecuencia, el ejecutivo en jefe combinado de los gobernantes tanto del superuniverso como del universo local. Él tiene a su mando un cuerpo capaz de asistentes administrativos, creados para su trabajo especial, quienes no son revelados a los mortales evolucionarios. Además de estos asistentes, Gabriel puede emplear a todas, y cualquiera, de las órdenes de seres celestiales actuantes en Nebadon, y es también el comandante en jefe de «los ejércitos del cielo», es decir las huestes celestiales.
Gabriel y su equipo no son maestros, son administradores. Nunca se supo que ellos se desviaran de su tarea regular, excepto durante las encarnaciones de Micael en forma de las criaturas. Durante dichos autootorgamientos, Gabriel siempre estuvo a disposición de la voluntad del Hijo encarnado, y con la colaboración del Unión de los Días, se convirtió en el director de hecho de los asuntos del universo durante los últimos autootorgamientos. Gabriel siempre ha estado muy estrechamente identificado con la historia y el desarrollo de Urantia desde el autootorgamiento de Micael en forma mortal.
Además de encontrar a Gabriel en los mundos de encarnación y a la hora en que se pasa lista para la resurrección general o especial, los mortales rara vez lo encontrarán en su ascenso a través del universo local, hasta ser admitidos al trabajo administrativo de la creación local. Como administradores, de cualquier orden o grado, vosotros pasaréis a estar bajo la dirección de Gabriel.