Se permite a muchos de los fieles guardianes seráficos de los mortales seguir la carrera ascendente con sus pupilos humanos y muchos de estos ángeles guardianes, después de fusionarse con el Padre, se reúnen con sus sujetos, tomando con ellos el juramento de la eternidad de finalista y por siempre aceptando el destino de sus asociados mortales. Los ángeles que pasan a través de la experiencia ascendente de los seres mortales pueden compartir el destino de la naturaleza humana; pueden igual y eternamente integrarse a este Cuerpo de la Finalidad. Grande número de serafines adoptados y glorificados son asignados a los distintos cuerpos finalistas no-mortales.