El Arquitecto Maestro decano tiene la supervisión de los siete Cuerpos de la Finalidad, y éstos son:
1. El Cuerpo de los Finalistas Mortales.
2. El Cuerpo de los Finalistas del Paraíso.
3. El Cuerpo de los Finalistas Trinidizados.
4. El Cuerpo de los Finalistas Trinidizados Conjuntos.
5. El Cuerpo de los Finalistas de Havona.
6. El Cuerpo de los Finalistas Trascendentales.
7. El Cuerpo de los Hijos de Destino No Revelado.
Cada uno de estos cuerpos del destino tiene un jefe que lo preside, y los siete constituyen el Concilio Supremo del Destino en el Paraíso; y durante la presente edad universal, Grandfanda es el jefe de este cuerpo supremo de asignación universal para los hijos del último destino.
La reunión de estos siete cuerpos de finalistas significa una movilización de la realidad de potenciales, personalidades, mentes, espíritus, absonitos y actualidades experienciales que probablemente trasciendan aún las funciones futuras del Ser Supremo en el universo maestro. Estos siete cuerpos de finalistas probablemente significan la actividad actual de la Trinidad Última ocupada en incorporar a las fuerzas de lo finito y lo absonito en preparación para desarrollos inconcebibles en los universos del espacio exterior. Nada que se asemeje a esta movilización ha ocurrido desde los tiempos cercanos de la eternidad, cuando la Trinidad del Paraíso movilizó en forma similar las entonces existentes personalidades del Paraíso y de Havona y las comisionó como administradores y gobernantes de los siete proyectados superuniversos del tiempo y del espacio. Los siete cuerpos de finalistas representan la respuesta de divinidad del gran universo a las necesidades futuras de los potenciales no desarrollados en los universos exteriores de actividades futuras-eternas.
Nos aventuramos a pronosticar futuros universos exteriores de mundos habitados aún más grandes, nuevas esferas habitadas con nuevas órdenes de seres exquisitos y singulares, un universo material sublime en su ultimidad, una vasta creación que tan sólo carece de un importante detalle—la presencia de experiencia finita real en la vida universal de la existencia ascendente. Dicho universo surgirá bajo una tremenda dificultad experiencial: la carencia de participación en la evolución del Supremo Todopoderoso. Estos universos exteriores disfrutarán todos del ministerio incomparable y del supercontrol excelso del Ser Supremo, pero el hecho mismo de su presencia activa excluye la participación en la actualización de la Deidad Suprema.
Durante la presente edad universal las personalidades en evolución del gran universo sufren muchas dificultades debido a la actualización incompleta de la soberanía de Dios el Supremo, pero estamos todos compartiendo la experiencia singular de su evolución. Evolucionamos en él y él evoluciona en nosotros. En algún momento del futuro eterno, la evolución de la Deidad Suprema se tornará un hecho completado de la historia universal, y la oportunidad de participar en esta extraordinaria experiencia habrá pasado de la etapa de acción cósmica.
Pero aquellos de nosotros que han adquirido esta experiencia singular durante la juventud del universo la atesorarán a través de toda la eternidad futura. Muchos de nosotros especulamos que tal vez sea misión de las reservas de mortales ascendentes y perfeccionados del Cuerpo de la Finalidad que gradualmente se están acumulando, en asociación con los otros seis cuerpos de afiliación similar, administrar estos universos exteriores para compensar sus deficiencias experienciales por no haber participado en la evolución espacio-temporal del Ser Supremo.
Estas deficiencias son inevitables en todos los niveles de la existencia universal. Durante la presente edad universal nosotros, en los niveles más elevados de las existencias espirituales, bajamos ahora para administrar los universos evolucionarios y ministrar a los mortales ascendentes, tratando de este modo de compensar sus deficiencias en las realidades de la experiencia espiritual más elevada.
Pero aunque realmente nada conocemos de los planes de los Arquitectos del Universo Maestro respecto de estas creaciones exteriores, sin embargo, estamos seguros de tres cosas:
1. Efectivamente, existe un vasto y nuevo sistema de universos en organización gradual en los dominios del espacio exterior. Nuevas órdenes de creaciones físicas, enormes y gigantescos círculos de universos sobre universos pululantes muy a lo lejos, más allá de los límites presentes de las creaciones habitadas y organizadas, son realmente visibles a través de vuestros telescopios. Actualmente estas creaciones exteriores son totalmente físicas; aparentemente no están habitadas y parecen no contener administración de criaturas.
2. Durante edades y edades continúa la inexplicada y totalmente misteriosa movilización en el Paraíso de los seres perfeccionados y ascendentes del tiempo y del espacio, en asociación con los seis otros cuerpos de finalistas.
3. Concomitantemente con estas transacciones, la Persona Suprema de la Deidad está aumentando su poder como soberano todopoderoso de las supercreaciones.
Al visualizar este desarrollo triuno, que comprende criaturas, universos y Deidad, ¿se nos puede criticar porque pensemos que algo nuevo y no revelado se está aproximando a su culminación en el universo maestro? ¿Acaso no es natural que asociemos esta movilización y organización de toda una edad de los universos físicos en una escala hasta ahora desconocida por su amplitud y la emergencia de la personalidad del Ser Supremo, con este prodigioso esquema de mejorar a los mortales del tiempo hasta la perfección divina y con la subsiguiente movilización de ellos en el Paraíso en el Cuerpo de la Finalidad—una designación y destino envueltos en el misterio del universo? Es cada vez mayor la creencia de toda Uversa que los Cuerpos de la Finalidad presentemente en desarrollo están destinados a un servicio futuro en los universos del espacio exterior, donde ya podemos identificar la acumulación de por lo menos setenta mil agregaciones de materia, cada una de las cuales es más grande que cualquiera de los superuniversos actuales.
Los mortales evolucionarios nacen en los planetas del espacio, pasan a través de los mundos morontiales, ascienden a los universos espirituales, atraviesan las esferas de Havona, hallan a Dios, logran el Paraíso y son integrados en el Cuerpo primario de la Finalidad, para aguardar allí la próxima asignación de servicio en el universo. Existen otros seis cuerpos de finalidad que se están reuniendo, pero Grandfanda, el primer ascendente mortal, preside como jefe del Paraíso sobre todas las órdenes de los finalistas. Y al visualizar este espectáculo sublime, todos nosotros exclamamos: ¡Qué glorioso destino para los hijos del tiempo de origen animal, los hijos materiales del espacio!
[Patrocinado conjuntamente por un Consejero Divino y un Sin Nombre ni Número, autorizados para hacerlo por los Ancianos de los Días en Uversa.]
* * * * *
Estos treinta y un documentos que describen la naturaleza de la Deidad, la realidad del Paraíso, la organización y funcionamiento de los superuniversos y del universo central, las personalidades del gran universo y el destino elevado de los mortales evolucionarios, fueron patrocinados, formulados y puestos en idioma inglés por una alta comisión consistente en veinticuatro administradores de Orvonton que actuamos de acuerdo con un mandato emitido por los Ancianos de los Días de Uversa instruyéndonos para que hiciéramos esto en Urantia, planeta número 606 de Satania, en Norlatiadek de Nebadon, en el año 1934 d. de J.C.
Traducción española © Fundación Urantia. Todos los derechos reservados.