Estos seres son los subordinados móviles de los Centros Supremos del Poder. Los controladores físicos están dotados de capacidades de metamorfosis de la individualidad, de naturaleza tal que pueden ocuparse de una notable variedad de autotransportes, siendo capaces de atravesar el espacio local a velocidades que se asemejan a la velocidad de los Mensajeros Solitarios. Pero como todos los demás atravesadores del espacio, requieren la asistencia tanto de sus semejantes como de ciertos otros tipos de seres para sobreponerse a la acción de la gravedad y a la resistencia de la inercia al partir de una esfera material.
Los Controladores Físicos Decanos sirven en todo el gran universo. Están gobernados directamente desde el Paraíso por los Siete Directores Supremos del Poder en cuanto se refiere a las sedes centrales de los superuniversos; desde aquí, ellos están dirigidos y distribuidos por el Concilio del Equilibrio, los altos comisionados del poder despachados por los Siete Espíritus Rectores desde las filas del personal de los Organizadores de la Fuerza Decanos Asociados. Estos altos comisionados están autorizados a interpretar las lecturas y registros de los frandalanques decanos, esos instrumentos vivientes que indican la presión de la fuerza y la carga de la energía de un superuniverso entero.
Aunque la presencia de las Deidades del Paraíso rodea al gran universo y sobrecoge el círculo de la eternidad, la influencia de cualquiera de los Siete Espíritus Rectores se limita a un solo superuniverso. Existe una segregación clara de la energía y una separación de los circuitos de poder entre cada una de las siete supercreaciones; de allí que deban existir, como existen, métodos individualizados de control.
Los Controladores Físicos Decanos son los vástagos directos de los Centros Supremos del Poder, y sus filas incluyen los siguientes:
1. Los Directores Asociados del Poder.
2. Los Controladores Mecánicos.
3. Los Transformadores de la Energía.
4. Los Transmisores de la Energía.
5. Los Asociadores Primarios.
6. Disociadores Secundarios.
7. Los Frandalanques y los Cronoldeques.
No todas estas órdenes son personas en el sentido de poseer capacidad individual de selección. En especial, los últimos cuatro parecerían totalmente automáticos y mecánicos en respuesta a los impulsos de sus superiores y en reacción a las condiciones existentes de la energía. Pero aunque dicha respuesta parezca totalmente mecánica, no lo es; pueden parecer autómatas, pero todos ellos revelan una función diferencial de la inteligencia.
La personalidad no es necesariamente un concomitante de la mente. La mente puede pensar aun cuando se la prive de toda capacidad de elección, así como ocurre en numerosos de los tipos más bajos de animales y en algunos de estos controladores físicos subordinados. Muchos de estos reguladores más automáticos del poder físico no son personas en ningún sentido de la palabra. No están dotados de voluntad ni de independencia de decisión, siendo totalmente subordinados a la perfección mecánica de diseño de las tareas a ellos asignadas. Sin embargo, todos ellos son seres altamente inteligentes.
Los controladores físicos se ocupan principalmente del ajuste de las energías básicas no descubiertas en Urantia. Estas energías desconocidas son muy esenciales para el sistema de transporte interplanetario y para ciertas técnicas de comunicación. Cuando colocamos líneas de energía para el propósito de llevar equivalentes del sonido o ampliar la visión, estas formas no descubiertas de la energía son utilizadas por los controladores físicos vivientes y sus asociados. Las criaturas intermedias también utilizan estas mismas energías en varias ocasiones, en su tarea de rutina.
1. Directores Asociados del Poder. Estos seres maravillosamente eficientes tienen a su cargo la asignación y despacho de todas las órdenes de Controladores Físicos Decanos de acuerdo con las necesidades constantemente cambiantes del estado energético que cambia permanentemente en los reinos. Las vastas reservas de los controladores físicos se mantienen en los mundos sede central de los sectores menores, y desde estos puntos de concentración se los envía periódicamente por medio de los directores asociados del poder a las sedes de los universos, constelaciones, sistemas y a los planetas específicos. Cuando así están asignados, los controladores físicos están provisionalmente sujetos a las órdenes de los ejecutivos divinos de las comisiones conciliadoras, pero por otra parte están sujetos exclusivamente a sus directores asociados y de los Centros Supremos del Poder.
Se asignan tres millones de directores asociados del poder a cada uno de los sectores menores de Orvonton, sumando así un total de tres mil millones de la cuota superuniversal de estos sorprendentemente versátiles seres. Mantienen sus propias reservas en estos mismos mundos de los sectores menores, en los cuales también sirven como instructores para todos los que estudian las ciencias de las técnicas del control y de la transmutación inteligente de la energía.
Estos directores alternan períodos de servicio ejecutivo en los sectores menores con períodos equivalentes de servicio de inspección en los reinos del espacio. Por lo menos un inspector actuante está siempre presente en cada uno de los sistemas locales, con su sede central en su esfera capital. Mantienen la totalidad del vasto agregado de energía viviente en armoniosa sincronía.
2. Controladores Mecánicos. Éstos son los asistentes extraordinariamente versátiles y móviles de los directores asociados del poder. Billones y billones de ellos están comisionados en Ensa, vuestro sector menor. Estos seres se llaman controladores mecánicos porque están tan completamente dominados por sus superiores, y están subordinados totalmente a la voluntad de los directores asociados del poder. Sin embargo, son, por sí mismos, muy inteligentes, y su trabajo, aunque mecánico y de tipo rutinario, se realiza con habilidad.
De todos los Controladores Físicos Decanos asignados a los mundos habitados, los controladores mecánicos son los más poderosos. Cada controlador, teniendo la dote viviente de la antigravedad en exceso a todos los demás seres, posee una resistencia a la gravedad igualada tan sólo por esferas enormes que giran a velocidades extraordinarias. Diez de estos controladores están estacionados ahora en Urantia, y una de sus actividades planetarias más importantes consiste en facilitar la partida de los transportes seráficos. En esta función, los diez controladores mecánicos actúan al unísono, mientras que una batería de mil transmisores de energía provee el impulso inicial para la partida seráfica.
Los controladores mecánicos son competentes para direccionalizar el flujo de energía y para facilitar su concentración en los circuitos o corrientes especializados. Estos poderosos seres tienen mucho que ver con la segregación, direccionalización, e intensificación de las energías físicas y con la igualización de las presiones de los circuitos interplanetarios. Son expertos en la manipulación de veintiuna de las treinta energías físicas del espacio, constituyendo la carga de poder de un superuniverso. También son capaces de contribuir considerablemente en el manejo y control de seis de las nueve formas más sutiles de la energía física. Los directores asociados del poder, al colocar a estos controladores en relación técnica apropiada entre sí y con algunos de los centros del poder, consiguen llevar a cabo cambios increíbles en el ajuste del poder y el control de la energía.
Los Controladores Físicos Principales frecuentemente funcionan en baterías de cientos, miles y aún millones, y variando sus posiciones y formaciones son capaces de controlar la energía en una forma colectiva así como también en forma individual. A medida que varían los requisitos, pueden aumentar y acelerar el volumen de energía y movimiento o detener, condensar y retardar las corrientes de energía. Influyen en las transformaciones de la energía y el poder, en cierto modo como los así llamados agentes catalíticos aumentan las reacciones químicas. Funcionan por habilidad inherente y en cooperación con los Centros Supremos del Poder.
3. Transformadores de la Energía. El número de estos seres en un superuniverso es increíble. En Satania solamente hay casi un millón, y la cuota usual es de cien por cada mundo habitado.
Los transformadores de la energía son la creación conjunta de los Siete Directores Supremos del Poder y los Siete Supervisores Centrales. Están entre las órdenes más personales de controladores físicos, y excepto en los casos en que se encuentra presente en un mundo habitado un director asociado del poder, los transformadores están siempre a cargo. Son los inspectores planetarios de todos los transportes seráficos que se ausentan. Todas las clases de vida celestial pueden utilizar las órdenes menos personales de los controladores físicos sólo por enlace con las órdenes más personales de los directores asociados y de los transformadores de la energía.
Estos transformadores son poderosos y eficaces interruptores vivientes, siendo capaces de colocarse a favor o en contra de una disposición o direccionalización del poder. También son hábiles en sus esfuerzos en aislar a los planetas contra las poderosas corrientes de energía que pasan entre gigantescos vecinos planetarios y estelares. Sus atributos de transmutación de la energía los hacen sumamente útiles para la tarea importante de mantener el equilibrio general de la energía, o equilibrio del poder. A veces parecen consumir o almacenar la energía; en otros momentos, parecen exudar o liberar la energía. Los transformadores son capaces de aumentar o disminuir el potencial de «la batería» de las energías vivientes y muertas en sus reinos respectivos. Pero tratan tan sólo con las energías físicas y semimateriales, no funcionan directamente en el ámbito de vida, ni tampoco cambian las formas de los seres vivientes.
En ciertos aspectos, los transformadores de la energía son las más notables y misteriosas de todas las criaturas vivientes semimateriales. De alguna manera desconocida, están diferenciados físicamente, y mediante la variación de sus relaciones de enlace son capaces de ejercer una influencia profunda sobre la energía que pasa a través de sus presencias asociadas. El estado de los reinos físicos parece sufrir una transformación bajo su manipulación perita. Pueden cambiar la forma física de las energías del espacio, y lo hacen. Con la ayuda de sus compañeros controladores, son efectivamente capaces de cambiar la forma y potencial de veintisiete de las treinta energías físicas de la carga de poder superuniversal. El hecho de que tres de estas energías están más allá de su control prueba que no son instrumentalidades del Absoluto No Cualificado.
Los restantes cuatro grupos de Controladores Físicos Decanos son difícilmente personas dentro de la definición aceptable de esa palabra. Estos transmisores, asociadores, disociadores y frandalanques son totalmente automáticos en sus reacciones; sin embargo, son, en todo sentido, inteligentes. Nos encontramos grandemente limitados en nuestro conocimiento de estas entidades maravillosas, porque no podemos comunicarnos con ellas. Parecen comprender el lenguaje del reino, pero no pueden comunicarse con nosotros. Parecen ser plenamente capaces de recibir nuestras comunicaciones, pero no tienen poder para responder.
4. Transmisores de la Energía. Estos seres funcionan principalmente, aunque no totalmente, en una capacidad interplanetaria. Son enviadores maravillosos de la energía tal como se la manifiesta en los mundos individuales.
Cuando se envía energía a un nuevo circuito, los transmisores se despliegan en una línea a lo largo del camino deseado de la energía, y en virtud de sus atributos singulares de atracción de la energía, pueden efectivamente inducir un aumento del flujo de energía hacia la dirección deseada. Esto lo hacen tan literalmente como ciertos circuitos metálicos direccionalizan el flujo de ciertas formas de energía eléctrica; y son los superconductores vivientes para más de la mitad de las treinta formas de energía física.
Los transmisores forman enlaces hábiles que son eficaces para rehabilitar las corrientes debilitadas de energía especializada que pasan de un planeta a otro y de una estación a otra en un planeta específico. Ellos pueden detectar corrientes demasiado débiles para que las reconozca cualquier otro tipo de ser vivo, y pueden aumentar estas energías para que el mensaje acompañante se torne perfectamente inteligible. Sus servicios son invaluables para los receptores de las transmisiones.
Los transmisores de la energía pueden funcionar respecto de todas las formas de la percepción comunicable; pueden hacer que una escena distante se torne «visible» así como un sonido distante se torne «audible». Proveen las líneas de comunicación de urgencia en los sistemas locales y en los planetas específicos. Prácticamente todas las criaturas deben usar estos servicios para fines de communicación fuera de los circuitos regularmente establecidos.
Estos seres, juntamente con los transformadores de la energía, son indispensables para el mantenimiento de la existencia mortal en los mundos que tienen una atmósfera empobrecida, y son parte integral de la técnica de vida en los planetas de las razas no respiradores.
5. Asociadores Primarios. Estas entidades interesantes e invaluables son extraordinarios conservadores y custodios de la energía; algo así como una planta almacena luz solar, del mismo modo estos organismos vivientes almacenan la energía durante los tiempos en que sus manifestaciones son abundantes. Trabajan en una escala gigantesca, convirtiendo las energías del espacio en un estado físico desconocido en Urantia. También son capaces de llevar estas transformaciones al punto de producir algunas de las unidades primitivas de la existencia material. Estos seres actúan simplemente por su presencia. No se agotan ni se disminuyen de ninguna manera por esta función; actúan como agentes catalíticos vivientes.
Durante las temporadas en que las manifestaciones son menores, tienen la capacidad de liberar estas energías acumuladas. Pero vuestro conocimiento de la energía y de la materia no es suficientemente avanzado como para posibilitar una explicación de la técnica de esta fase de su trabajo. Siempre laboran en cumplimiento de la ley universal, manipulando y manejando átomos, electrones y ultimatones de una manera muy semejante a la cual vosotros maniobráis los caracteres de la imprenta para hacer que los mismos símbolos alfabéticos relaten cuentos vastamente distintos.
Los asociadores son el primer grupo vivo que aparece en una esfera material en organización y pueden funcionar a temperaturas físicas que vosotros consideraríais completamente incompatibles con la existencia de seres vivientes. Representan una orden de vida que está sencillamente más allá de la gama de la imaginación humana. Juntamente con sus colaboradores, los disociadores, son los más serviles de todas las criaturas inteligentes.
6. Disociadores Secundarios. Comparados con los asociadores primarios, estos seres enormemente dotados de antigravedad son los trabajadores contrarios. No existe nunca peligro alguno de que las formas especiales o modificadas de la energía física en los mundos locales o en los sistemas locales se agoten, porque estas organizaciones vivientes están dotadas del singular poder de evolucionar provisiones ilimitadas de energía. Se ocupan principalmente de la evolución de una forma de energía que es casi desconocida en Urantia, a partir de una forma de materia que se reconoce aún menos. Son en verdad los alquimistas del espacio y los hacedores de maravillas del tiempo. Pero de todas las maravillas que hacen, nunca traicionan los mandatos de la Supremacía Cósmica.
7. Los Frandalanques. Estos seres son la creación conjunta de las tres órdenes de seres que controlan la energía: los organizadores primarios y secundarios de la fuerza y los directores del poder. Los frandalanques son los más numerosos de todos los Controladores Físicos Decanos; solamente el número que funciona en Satania está más allá de vuestra comprensión numérica. Están estacionados en todos los mundos habitados y siempre están agregados a las órdenes más elevadas de los controladores físicos. Funcionan en forma intercambiable en el universo central, y en los superuniversos y en los dominios del espacio exterior.
Los frandalanques son creados en treinta divisiones, una para cada forma de fuerza universal básica, y funcionan exclusivamente como indicadores vivientes y automáticos de presencia, presión y velocidad. Estos barómetros vivientes se ocupan exclusivamente del registro automático e infalible del estado de todas las formas de la fuerza-energía. Son, para el universo físico, lo que el vasto mecanismo de reflexividad es para el universo de la mente. Los frandalanques que registran el tiempo además de la presencia cuantitativa y cualitativa de la energía, se llaman cronoldeques.
Reconozco que los frandalanques son inteligentes, pero no los puedo clasificar sino como máquinas vivientes. Prácticamente la única forma en que os puedo ayudar a comprender estos mecanismos vivientes consiste en compararlos con vuestros dispositivos mecánicos que actúan con una precisión y exactitud casi inteligentes. Por lo tanto, si deseáis concebir a estos seres, usad vuestra imaginación para reconocer que en el gran universo contamos en realidad con mecanismos inteligentes y vivientes (entidades) que pueden realizar tareas más complicadas que comprenden computaciones más extraordinarias, con delicadeza de precisión aún mayor y con una precisión de ultimidad.