Se os ha informado sobre la clasificación de los Ajustadores relativa a la experiencia: virgen, avanzado y supremo. También debéis reconocer cierta clasificación funcional: los Ajustadores autoactuantes. Un Ajustador autoactuante es el que:
1. Ha tenido cierta experiencia de requisito en la vida evolutiva de una criatura volitiva, sea como residente provisional en un tipo de mundo en el que los Ajustadores tan sólo son prestados a los sujetos mortales o en un planeta de fusión en donde fracasó la supervivencia del ser humano. Este Monitor es un Monitor avanzado o un Ajustador supremo.
2. Ha adquirido el equilibrio del poder espiritual en un humano que ha llegado al tercer círculo psíquico y se le ha asignado a este humano un guardián seráfico personal.
3. Tiene un sujeto que ha hecho la decisión suprema, ha entrado en un compromiso solemne y sincero con el Ajustador. El Ajustador anticipa el tiempo de la fusión misma y considera la unión como un hecho.
4. Tiene un sujeto que ha entrado en uno de los cuerpos de reserva del destino en un mundo evolucionario de ascensión mortal.
5. En algún momento, durante el sueño humano, se ha separado temporalmente de la mente de encarcelamiento mortal para realizar alguna obra de enlace, contacto, reinscripción u otro servicio extrahumano asociado con la administración espiritual del mundo asignado.
6. Ha servido en un período de crisis en la experiencia de un ser humano que fuera el complemento material de una personalidad espiritual encargada de la realización de algún logro cósmico esencial para la economía espiritual del planeta.
Los Ajustadores autoactuantes parecen poseer un grado considerable de voluntad en todos los asuntos que no pertenecen a las personalidades humanas en las cuales residen inmediatamente, tal como se indica por las numerosas obras tanto dentro como fuera de los sujetos mortales de vinculación. Estos Ajustadores participan en numerosas actividades del reino, pero más frecuentemente funcionan como residentes no detectados de los tabernáculos terrestres de su propia elección.
Indudablemente estos tipos más elevados y más expertos de Ajustadores pueden comunicarse con los de otros reinos. Pero aunque los Ajustadores autoactuantes así se intercomunican, tan sólo lo hacen en el nivel de su tarea mutua y para el propósito de preservar los datos custodiales esenciales para el ministerio Ajustador de los reinos de su estadía, aunque en ocasiones se ha sabido que funcionan en asuntos interplanetarios durante momentos de crisis.
Los Ajustadores supremos y autoactuantes pueden abandonar el cuerpo humano a voluntad. Los residentes no son una parte orgánica o biológica de la vida mortal; son superimposiciones divinas. En los planes originales de vida los Ajustadores estaban previstos, pero no son indispensables a la existencia material. Sin embargo es necesario declarar que muy raramente abandonan, aunque fuese temporalmente, sus tabernáculos mortales una vez que establecen en él su residencia.
Los Ajustadores superactuantes son los que han alcanzado la conquista de las tareas que se les encomendaron y tan sólo aguardan la disolución del vehículo de vida material o el traslado del alma inmortal.