Puesto que los Ajustadores del Pensamiento son de la esencia de la Deidad original, nadie puede tener la presunción de discurrir con autoridad sobre su naturaleza y origen; yo tan sólo puedo impartir las tradiciones de Salvington y las creencias de Uversa; tan sólo puedo explicar cómo consideramos a estos Monitores Misteriosos y sus entidades asociativas en todo el gran universo.
Aunque hay opiniones distintas sobre el modo de la dotación de los Ajustadores del Pensamiento, no existen tales diferencias en cuanto a su origen; todos están de acuerdo de que éstos proceden directamente del Padre Universal, la Primera Fuente y Centro. No son seres creados; son entidades fragmentadas que constituyen la presencia de hecho del Dios infinito. Juntamente con sus muchos asociados no revelados, los Ajustadores son divinidad no diluida ni mezclada, porciones no condicionadas ni atenuadas de la Deidad; son de Dios, y en cuanto podemos discernir, son Dios.
En cuanto al tiempo del comienzo de sus existencias separadas aparte de la absolutez de la Primera Fuente y Centro, no lo sabemos; tampoco sabemos su número. Muy poco sabemos sobre sus carreras hasta que llegan a los planetas del tiempo para residir en las mentes humanas, pero desde ese momento en adelante tenemos cierta familiaridad con su progresión cósmica, hasta, e incluyendo, la consumación de sus destinos triunos: obtención de la personalidad por fusión con un ascendente mortal, obtención de la personalidad por mandato del Padre Universal, o liberación de los encargos conocidos de los Ajustadores del Pensamiento.
Aunque no lo sabemos, suponemos que los Ajustadores están siendo constantemente individualizados a medida que se amplía el universo, y a medida que aumentan en número los candidatos para fusión con el Ajustador. Pero también es igualmente posible que estemos errados en intentar asignar una magnitud numérica a los Ajustadores; como Dios mismo, estos fragmentos de su naturaleza insondable pueden ser existencialmente infinitos.
La técnica del origen de los Ajustadores del Pensamiento es una de las funciones no reveladas del Padre Universal. Tenemos motivo para creer que ninguno de los otros asociados absolutos de la Primera Fuente y Centro tiene nada que ver con la producción de los fragmentos del Padre. Los Ajustadores son simple y eternamente los dones divinos; son de Dios y provienen de Dios, y son como Dios.
En su relación con las criaturas de fusión revelan un amor excelso y un ministerio espiritual que profundamente confirma la declaración de que Dios es espíritu. Pero hay mucho que ocurre además de este ministerio trascendente y que no se ha revelado jamás a los mortales de Urantia. Tampoco comprendemos plenamente qué es lo que realmente ocurre cuando el Padre Universal da de sí mismo para que sea parte de la personalidad de una criatura temporal. Tampoco ha revelado completamente la progresión ascendente de los finalistas del Paraíso las posibilidades plenas inherentes a esta asociación excelsa de hombre y Dios. En último análisis, los fragmentos Paternales deben ser un don del Dios absoluto a aquellas criaturas cuyo destino abarca la posibilidad del alcance de Dios como absoluto.
Así como el Padre Universal fragmenta su Deidad prepersonal, el espíritu Infinito individualiza porciones de su espíritu premente para residir en las almas evolucionarias de los mortales sobrevivientes que pertenecen a la serie de fusión con el espíritu y realmente fusionarse en ellas. Pero la naturaleza del Hijo Eterno no es fragmentable de esta manera; el espíritu del Hijo Original es difuso o discretamente personal. Las criaturas fusionadas con el Hijo están unidas con dotes individualizadas del espíritu de los Hijos Creadores del Hijo Eterno.