Debido a la presencia del Ajustador del Pensamiento en vuestra mente, no es para vosotros más misterioso el conocer la mente de Dios que el estar seguros de la conciencia de conocer a cualquier otra mente, humana o superhumana. La religión y la conciencia social tienen lo siguiente en común: se basan en la conciencia de que hay otras mentes. La técnica por la cual puedes aceptar la idea de otro como tuya es la misma por la cual puedes «dejar que la mente que estaba en Cristo también esté en ti».
¿Qué es la experiencia humana? Es simplemente cualquier interacción entre un yo activo e interrogante y cualquier otra realidad activa y externa. La masa de la experiencia está determinada por la profundidad del concepto más la totalidad del reconocimiento de la realidad de lo exterior. El movimiento de la experiencia equivale a la fuerza de la imaginación expectante más la agudeza del descubrimiento sensorial de las cualidades exteriores de la realidad contactada. El hecho de la experiencia se encuentra en la autoconciencia juntamente con de que hay otras existencias: otras cosas, otras mentes y otros espíritus.
El hombre muy pronto se hace consciente de que no está solo en el mundo o en el universo. Se desarrolla una autoconciencia natural espontánea de la existencia de otras mentes en el medio ambiente del yo. La fe traduce esta experiencia natural en religión, el reconocimiento de Dios como la realidad—fuente, naturaleza y destino– de la existencia de otras mentes. Pero tal conocimiento de Dios es por siempre y para siempre una realidad de experiencia personal. Si Dios no fuese una personalidad, no podría tornarse una parte viva de la verdadera experiencia religiosa de la personalidad humana.
El elemento de error que está presente en la experiencia religiosa humana es directamente proporcional al contenido de materialismo que contamina el concepto espiritual del Padre Universal. La progresión del hombre en el universo como preespíritu consiste en la experiencia de liberarse de estas ideas erróneas de la naturaleza de Dios y de la realidad de espíritu puro y verdadero. La Deidad es más que espíritu, pero el enfoque espiritual es el único posible para el hombre ascendente.
La oración es indudablemente una parte de la experiencia religiosa, pero ha sido acentuada erróneamente por las religiones modernas, que han olvidado en gran parte la comunión de adoración, más esencial. Los poderes reflectivos de la mente se encuentran profundizados y ampliados por la adoración. La oración podrá enriquecer la vida, pero la adoración ilumina el destino.
La religión revelada es el elemento unificador de la existencia humana. La revelación unifica la historia, coordina la geología, la astronomía, la física, la química, la biología, la sociología y la psicología. La experiencia espiritual es la verdadera alma del cosmos del hombre.