Las criaturas mortales evolutivas experimentan un impulso irresistible de simbolizar sus conceptos finitos de Dios. La conciencia del hombre acerca del deber moral y su idealismo espiritual representan un nivel de valores—una realidad experiencial– que es difícil de simbolizar.
La conciencia cósmica implica el reconocimiento de una Primera Causa, la única realidad no causada. Dios, el Padre Universal, funciona en tres niveles de personalidad de la Deidad de la expresión subfinita de valor y de la expresión relativa de divinidad:
1. Prepersonal: como en el ministerio de los fragmentos del Padre, tales como los Ajustadores del Pensamiento.
2. Personal: como en la experiencia evolucionaria de los seres creados y procreados.
3. Superpersonal: como en las existencias eventuadas de ciertos seres absonitos y otros seres asociados.
DIOS es el símbolo verbal que designa a todas las personalizaciones de la Deidad. El término requiere una definición diferente en cada nivel personal de la función de Deidad, y debe ser redefinido ulteriormente dentro de cada uno de estos niveles, porque este término se puede usar para designar las diversas personalizaciones coordinadas y subordinadas de la Deidad; por ejemplo: los Hijos Creadores Paradisiacos—los padres de los universos locales.
El término Dios, tal como lo utilizamos, puede entenderse como:
Por designación: Dios el Padre.
Por su contexto: cuando se lo utiliza al hablar de un nivel o asociación de la Deidad. Cuando haya dudas sobre la interpretación exacta de la palabra Dios, es aconsejable referirla a la persona del Padre Universal.
La palabra Dios siempre denota personalidad. La Deidad puede referirse o no a las personalidades de divinidad.
La palabra DIOS se utiliza en estos documentos con los siguientes significados:
1. Dios el Padre: Creador, Controlador y Sostenedor. El Padre Universal, la Primera Persona de la Deidad.
2. Dios el Hijo: Creador Coordinado, Controlador de Espíritu y Administrador Espiritual. El Hijo Eterno, la Segunda Persona de la Deidad.
3. Dios el Espíritu: el Actor Conjunto, Integrador Universal y Dotador de Mente. El Espíritu Infinito, la Tercera Persona de la Deidad.
4. Dios el Supremo: el Dios del tiempo y del espacio en autoactualización y en autoevolución. La Deidad Personal que se realiza en forma asociativa mediante el logro experiencial espacio-temporal de la identidad de la criatura-Creador. El Ser Supremo está experimentando personalmente el logro de la unidad de la Deidad como el Dios, evolutivo y experiencial de las criaturas evolucionarias del tiempo y del espacio.
5. Dios el Séptuple: la personalidad de la Deidad dondequiera que ésta funcione realmente en el tiempo y en el espacio. Las Deidades personales Paradisiacas y sus asociados creativos que funcionan dentro de los límites del universo central y más allá de estos y que están poder-personalizándose como el Ser Supremo en el primer nivel de las criaturas de revelación de la Deidad unificante en el tiempo y en el espacio. Este nivel, el gran universo, es la esfera del descenso espacio-temporal de las personalidades paradisiacas en asociación recíproca con la ascensión espaciotemporal de las criaturas evolucionarias.
6. Dios el Último: el Dios que eventúa del supertiempo y del espacio trascendido. El segundo nivel experiencial de la manifestación de la Deidad unificante. Dios el Último implica la realización lograda de los valores absonito-superpersonales sintetizados, trascendidos el tiempo y el espacio y eventuado-experienciales, coordinados en los niveles creativos finales de la realidad de la Deidad.
7. Dios el Absoluto: el Dios experiencializante de los valores superpersonales y los significados de divinidad trascendidos, que presentemente es existencial como el Absoluto de Deidad. Este es el tercer nivel de la expresión y expansión de Deidad unificante. En este nivel supercreativo, la Deidad experimenta el agotamiento del potencial personalizable, encuentra el cumplimiento de la divinidad y sufre la terminación de la capacidad de autorrevelación a sucesivos y progresivos niveles de personalización en algo otro. Ahora la Deidad se encuentra con el Absoluto No Cualificado, se inmiscuye en él y experimenta la identidad con éste.