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Documento 78
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La Raza Violeta Después de los Días de Adán

4. Los Anditas

78:4.1

Las razas anditas representaron las mezclas primarias de la raza violeta de pura cepa con los noditas, más los pueblos evolucionarios. En general, cabe considerar que los anditas contaban con un porcentaje de sangre adánica mucho mayor que el de las razas modernas. Principalmente se emplea el término andita para designar a aquellos pueblos cuya herencia racial fue de una sexta parte a una octava parte violeta. Los urantianos modernos, incluso las razas blancas del norte, contienen un porcentaje de sangre de Adán mucho menor que el de ellos.

78:4.2

Los primeros pueblos anditas tenían origen en las regiones adyacentes a la Mesopotamia hace más de veinticinco mil años y consistían en una mezcla de adanitas y noditas. El segundo jardín estaba rodeado de círculos concéntricos de elementos con cada vez menos sangre violeta, y nació la raza andita en la periferia de este crisol de razas. Más adelante, los adanitas y noditas migratorios entraron en las entonces fértiles regiones de Turquestán, seguidamente se mezclaron con los habitantes superiores, y la mezcla racial que resultó extendió el alcance del tipo andita más hacia el norte.

78:4.3

Los anditas constituyeron la mejor y más completa cepa humana que apareció en Urantia desde los tiempos de los pueblos violetas de línea directa. Comprendían la mayoría de los tipos superiores de sobrevivientes de las razas adanita y nodita y, más tarde, algunas de las mejores cepas de los hombres amarillos, azules y verdes.

78:4.4

Estos anditas primitivos no eran arios; sino prearios. No eran blancos; sino preblancos. No eran un pueblo occidental ni oriental. Pero, a la mezcla políglota de las así llamadas razas blancas, le da la herencia andita aquella homogeneidad generalizada que se ha llamado caucasoide.

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Las cepas más puras de la raza violeta habían conservado la tradición adánica de buscar la paz, lo cual explica por qué los desplazamientos de la raza primitiva se habían hecho más bien con carácter de migraciones pacíficas. Pero a medida que los adanitas iban uniéndose con las cepas noditas, quienes eran ya una raza beligerante, sus descendientes anditas llegaron a ser, para su época, los militaristas más hábiles y sagaces que jamás hubiera vivido en Urantia. Desde ese momento en adelante, los desplazamientos de los mesopotámicos se fueron volviendo de carácter cada vez más militar y se fueron asemejando más a las verdaderas conquistas.

78:4.6

Estos anditas eran aventureros; tenían disposición de los itinerantes. Una mayor infusión de sangre sangik o andonita tendió a estabilizarlos. Mas así y todo, sus descendientes más recientes no pararon nunca hasta haber circunnavegado el globo y descubierto el último continente remoto.


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