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Documento 66
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El Príncipe Planetario de Urantia

3. Dalamatia—La Ciudad del Príncipe

66:3.1

Se ubicó la sede central del Príncipe Planetario en la región del Golfo Pérsico de aquellos días, en la zona que correspondió a la Mesopotamia futura.

66:3.2

El clima y el paisaje en la Mesopotamia de aquellos tiempos eran, en todos los aspectos, favorables para las iniciativas del séquito del Príncipe y sus asistentes, muy diferentes de las condiciones que algunas veces han predominado desde entonces. Era necesario disponer de un clima favorable como parte del medio ambiente natural concebido para inducir a los primitivos de Urantia a realizar ciertos adelantos en la cultura y la civilización. La única gran tarea de aquellas edades fue la de transformar al hombre de cazador en pastor, con la esperanza de que, con el tiempo, evolucionara a agricultor pacífico y hogareño.

66:3.3

La sede central del Príncipe Planetario en Urantia era característica de las estaciones en esferas jóvenes en desarrollo. El núcleo del asentamiento del Príncipe era una ciudad muy sencilla, pero muy bella, cercada por una muralla de doce metros de alto. Este centro mundial de la cultura se llamó Dalamatia en honor a Daligastia.

66:3.4

La ciudad se trazó en diez subdivisiones, con las sedes centrales de los diez consejos del séquito corpóreo situadas en el centro de cada una de estas subdivisiones. En el centro de la ciudad estaba el templo del Padre invisible. La sede central administrativa del Príncipe y sus asociados estaba dispuesta en doce cámaras agrupadas contiguamente en torno al templo mismo.

66:3.5

Todos los edificios de Dalamatia eran de un solo piso, con excepción de la sede del consejo, que era de dos pisos, y el templo central del Padre de todos que, a pesar de ser pequeño, tenía tres pisos.

66:3.6

La ciudad representaba lo mejor de aquellos días primitivos en material de construcción—el ladrillo. Se utilizó muy poca piedra o madera. Se mejoraron considerablemente la construcción de viviendas y la arquitectura de las aldeas cercanas merced al ejemplo dalamatiano.

66:3.7

Cerca de la sede central del Príncipe moraban seres humanos de todos los colores y estratos. Los primeros estudiantes de las escuelas del Príncipe se reclutaron de esas tribus cercanas. Aunque estas primeras escuelas de Dalamatia eran toscas, brindaron todo cuanto se podía a beneficio de los hombres y mujeres de aquella edad primitiva.

66:3.8

El personal corpóreo del Príncipe, incesantemente reunía a los elementos superiores de las tribus circundantes y, tras haber adiestrado e inspirado a estos estudiantes, los enviaba de regreso en calidad de maestros y dirigentes de sus pueblos respectivos.


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