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La Era de los Mamíferos en Urantia

7. La Continuación de la Edad Glacial

61:7.1

A través del período glacial existían otras actividades, pero la acción del hielo eclipsa todos los demás fenómenos en las latitudes septentrionales. Ninguna otra actividad terrestre deja semejantes huellas en la topografía. Los peñones distintivos y hendiduras superficiales, tales como pozas u hoyos redondos, lagos, piedras desplazadas, roca triturada o polvo rocoso, no existen en relación con ningún otro fenómeno de la naturaleza. Las protuberancias suaves, u ondulaciones de la superficie, que vienen a ser colinas alargadas de morrena, también son frutos del hielo. El glacial a medida que avanza, desplaza los ríos y cambia la faz de la tierra. Tan sólo los glaciales dejan en su estela esos amontonamientos tan reveladores—las morrenas subglaciales, laterales y terminales. Estos amontonamientos, sobre todo las morrenas subglaciales, se extienden en Norteamérica desde el litoral oriental hacia el norte y oeste, y también se los encuentra en Europa y Siberia.

61:7.2

Hace 750.000 años la cuarta capa glacial, resultado de la unión de los campos de hielo central y oriental de Norteamérica, estaba encaminada hacia el sur; en su momento de máximo avance, alcanzó el sur de Illinois, desplazando el río Misisipí 80 kilómetros al oeste, y en el este llegó a extenderse hasta latitudes tan meridionales como las del río Ohio y Pensilvania central.

61:7.3

En Asia, la capa de hielo siberiana invadió hasta su máximo punto meridional, mientras que en Europa el hielo en pleno avance se detuvo justamente antes de la barrera montañosa de los Alpes.

61:7.4

Hace 500.000 años, durante el quinto avance del hielo, un nuevo acontecimiento aceleró el curso de la evolución humana. Repentinamente y en una sola generación, se originaron por mutación de la raza humana aborigen las seis razas de color. Esta fecha tiene doble importancia, ya que también marca el advenimiento del Príncipe Planetario.

61:7.5

En Norteamérica, el quinto glacial en avance consistió en una invasión combinada de los tres centros de hielo. El lóbulo oriental, sin embargo, se extendió tan sólo una corta distancia por debajo del valle de San Lorenzo, mientras que la capa de hielo del oeste progresó muy poco en su avance hacia el sur. Pero el lóbulo central se expandió hacia el sur hasta cubrir la mayor parte del estado de Iowa. En Europa esta invasión de hielo no fue tan amplia como la anterior.

61:7.6

Hace 250.000 años comenzó el sexto y último helamiento. Y a pesar de que las tierras altas del norte habían empezado a hundirse un poco, éste fue el período de mayor depósito de nieve sobre las capas de hielo septentrionales.

61:7.7

En esta invasión las tres grandes capas de hielo se fusionaron en una sola vasta masa de hielo, y todas las montañas del oeste tomaron parte en esta actividad glacial. Esta fue la mayor de todas las invasiones de hielo en Norteamérica; el hielo se desplazó hacia el sur a más de dos mil cuatrocientos kilómetros de sus centros de presión y América del Norte sufrió sus temperaturas más bajas.

61:7.8

Hace 200.000 años, durante el avance del último glacial, aconteció un episodio que mucho tuvo que ver con la marcha de los sucesos en Urantia—la rebelión de Lucifer.

61:7.9

Hace 150.000 años el sexto y último glacial alcanzó sus puntos extremos de extensión meridional: la capa de hielo occidental cruzó apenas la frontera con Canadá; la central llegó hasta Kansas, Missouri e Illinois; y la capa del este avanzó hacia el sur y cubrió la mayor parte de Pensilvania y Ohio.

61:7.10

Éste es el glacial que lanzó las múltiples lenguas, o lóbulos de hielo, que tallaron los lagos grandes y pequeños de los tiempos presentes. Durante su retroceso produjo el sistema norteamericano de los Grandes Lagos. Los geólogos de Urantia, muy acertadamente, han deducido las distintas etapas de este desarrollo y han colegido correctamente que estas extensiones de agua, en distintos momentos, desembocaron primeramente en el valle del Misisipí, luego hacia el este en el valle del Hudson, y finalmente, por una senda septentrional en el San Lorenzo. Hace treinta y siete mil años que el sistema unido de los Grandes Lagos empezó a desembocar en el océano por la ruta presente del Niágara.

61:7.11

Hace 100.000 años, durante el retroceso del último glacial, fueron formándose las vastas capas polares de hielo, y el centro de acumulación de hielo se desplazó considerablemente hacia el norte. Y hasta tanto continúen estando cubiertas de hielo las regiones polares, difícilmente podrá darse otra edad glacial, aunque haya futuras elevaciones terrestres o modificaciones de las corrientes oceánicas.

61:7.12

El avance de este último glacial llevó cien mil años, y se requirió igual plazo de tiempo para llevar a término su retroceso hacia el norte. Las regiones templadas llevan un poco más de cincuenta mil años libres de hielo.

61:7.13

El riguroso período glacial aniquiló muchas especies y alteró radicalmente muchas otras. Muchas especies fueron duramente tamizadas por el vaivén migratorio inevitable debido al hielo en avance y retroceso. Aquellos animales que siguieron los glaciales de un lado para otro sobre la tierra fueron el oso, el bisonte, el reno, el toro almizcleno, el mamut y el mastodonte.

61:7.14

El mamut buscó praderas abiertas, pero el mastodonte prefirió los rebordes abrigados de las regiones boscosas. El mamut, hasta una fecha posterior, deambuló desde México hasta Canadá; la variedad siberiana llegó a cubrirse de lana. El mastodonte perduró en Norteamérica hasta ser exterminado por el hombre rojo, del mismo modo que, más tarde, el hombre blanco eliminó al bisonte.

61:7.15

En Norteamérica, durante el último helamiento, se extinguieron el caballo, el tapir, la llama y el tigre de dientes de sable. En su reemplazo subieron de Sudamérica los perezosos, armadillos y puercos de agua.

61:7.16

La forzosa emigración de la vida por la invasión del hielo dio como resultado una extraordinaria mezcla de plantas y animales, y con el retroceso de la última invasión de hielo, muchas especies árticas tanto de plantas como de animales quedaron atrapadas en la cima de ciertos picos de montaña, adonde habían emigrado para escaparse de la destrucción glacial. Y así, pues, hoy por hoy, estas plantas y animales desplazados se pueden encontrar en lo alto de los Alpes de Europa y aun en los Montes Apalaches de Norteamérica.

61:7.17

La edad glacial es el último período geológico completo, el llamado pleistoceno, y duró más de dos millones de años.

61:7.18

35.000 años atrás se registra la terminación de la gran edad del hielo, excepto en las regiones polares del planeta. Esta fecha también es significativa por cuanto se aproxima al advenimiento del Hijo y la Hija Materiales y el principio de la dispensación de Adán, que viene a coincidir con el principio del período holocénico o posglacial.

61:7.19

Esta narración, extendiéndose desde el auge de la vida mamífera, al retroceso del hielo, y hasta los tiempos históricos, abarca un plazo de casi cincuenta millones de años. Éste es el último período geológico—el corriente– y vuestros investigadores lo conocen como el cenozoico o la era de los tiempos recientes.

61:7.20

[Auspiciado por un Portador de Vida residente.]


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